sábado, 31 de diciembre de 2011

SALUD: Gustavo Leal. La jornada 31 de diciembre de 2011


Salud: ¿mejoraron los servicios con el PRD en el GDF? Cárdenas y AMLO
Gustavo Leal F. *
G
arantizar la protección integral a la salud de la población no asegurada es una deuda pendiente de los gobiernos perredistas, luego de 14 años en el poder. La red sanitaria es insuficiente y las políticas para prevenir los riesgos podrían ser ampliamente mejoradas.
A pesar de algunas destacadas iniciativas (cáncer de mama, salud mental, maternidad subrogada, voluntad anticipada, VIH/sida, interrupción legal del embarazo, obesidad y trastornos alimenticios, no fumadores) sigue faltando la creatividad para diseñar un orden jurídico y sanitario propio.
Sobre ella –la cuarta a escala nacional– recae la demanda de una ciudad heterogénea y pacientes de –al menos– el estado de México y Morelos, además de que las instituciones capitalinas coexisten con las redes nacionales de IMSS, Ssa, Issste, Issfam, Sedena, Pemex.
Parte de sus problemas derivan del estatuto de excepcionalidad política del Gobierno del Distrito Federal (GDF). Sede de los poderes federales, su organización política es distinta de la de los otros 31 estados. Apenas en 1997 nació la Secretaría de Salud local. Las administraciones perredistas no han logrado poner a punto ese estatuto, lo que ha diferido la mejora de la política de salud y seguridad social.
La estructura heredada por Cuauhtémoc Cárdenas en 1997 preservaba la hegemonía presidencial en la demarcación. En materia sanitaria, la gestión coincide con la descentralización de los servicios aplicada por el gobierno federal al GDF entre los años 1997-2000.
No corregir oportunamente el de-sequilibrio en la asignación presupuestal a la Secretaría de Salud local y los Servicios de Salud Pública del DF –derivado de la descentralización federal– perpetuó el rezago secular del primer nivel de atención y su escasa coordinación con el segundo nivel que –con más recursos– opera con la misma plantilla, desperdicios, inadecuado abasto y comprometiendo la calidad en la atención (Gustavo Leal F., PRD. Salud en el GDF: un proceso incompleto, UAM-X, 2011).
Los posteriores programas de austeridad estructurados por Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y Marcelo Ebrard Casaubon incrementaron la presión sobre el personal operativo que hace funcionar las instituciones.
¿Priístas o panistas lo hubieran hechomejor? El primer diseño administrativo cardenista, a cargo de Armando Cordera Pastor, careció de imaginación. No innovó ni incorporó a la gestión nuevos talentos que, sus sucesores, recogerían básicamente del mundo académico.
AMLO detona un paquete de vastos programas sociales, incorpora talentos, incrementa la recaudación, expande la obra pública, transparenta el uso de recursos. Capitaliza en su favor el primer gobierno panista de la alternancia, reduce políticamente al PRI, aunque respecto de Cárdenas, su control sobre las delegaciones disminuye.
Desde 2003, los diagnósticos en la Secretaría de Salud local denuncian que la oferta de servicios es insuficiente para atender la demanda, el déficit de camas, médicos especialistas y enfermeras, la incorrecta distribución entre categorías de personal, su distribución entre turnos y el ausentismo.
AMLO enfrenta los retos de la red metropolitana con el Programa de Servicios Médicos y Medicamentos Gratuitos, cuyo propósito es garantizar con equidad el derecho a la protección a la salud de la gente, otorgando servicios a la población no asegurada con residencia mínima de tres años, así como de los adultos mayores de 70 años y más, también residentes.
Su gestión coincide con el diseño federal del Seguro Popular, al cual el GDF se resiste inicialmente y termina adoptando en 2005. La secretaria de Salud, Asa Cristina Laurell, firmó el 27 de junio en su oficina el Acuerdo de Coordinación.
La tensión en la red creció de inmediato y se generalizaron las denuncias de médicos y enfermeras sobre las condiciones de trabajo e incapacidad para atender más demanda con los mismos recursos. Esas denuncias se incrementaron con el impacto de los programas de austeridad. Para 2006, los hospitales atendían a 57 por ciento de los habitantes, mientras el Seguro Popular apenas alcanzaba 2 por ciento.
A finales de 2005 y frente a Vicente Fox, Alejandro Encinas, sucesor de AMLO, terminó reconociendo que en los programas somos coadyuvantes, pero el diseño del Seguro Popular, sus recursos y gran parte de la instrumentación le corresponde al gobierno federal. Nosotros vamos a seguir cumpliendo el compromiso que suscribimos en el Acuerdo de Coordinación. En este tema, los gobiernos federal y del DF deben ir juntos. Vamos a seguir trabajando en los dos ámbitos. El gobierno de la ciudad cuenta con su propio programa de gratuidad, al que están inscritos 750 mil beneficiarios.
Si durante la administración cardenista la innovación brilló por su ausencia, el quinquenio de AMLO confirmó que la ruta más eficaz para garantizar la sustentabilidad de los nuevos programas consistía en procurar que –tanto en su diseño como en su operación– se preservara el sano equilibrio entre la labor de los operadores con conocimiento probado sobre la red y el entusiasmo informado de quienes los impulsaron como programas emergentes.
La administración Ebrard refuerza la evidencia de que el ciclo perredista 1997-2012 careció de propuestas y programas a la altura del tamaño, importancia y peso de red sanitaria metropolitana. Desplazado hacia el centro del espectro político, Ebrard adopta estrategias de subrogación de servicios, alianzas público-privadas y el franco apoyo a la inversión privada como pivote del financiamiento para la expansión de la infraestructura capitalina.
El control de Ebrard sobre las delegaciones es el menor del ciclo perredista y su gestión coincide con la implantación del Programa Seguro Médico para una Nueva Generación, extensión calderonista del Seguro Popular.
*Universidad Autónoma Metropolitana - Xochimilco

ESPERANDO A MAX, ¿O ES SOLO A MIRAMÓN?. La jornada 31 de diciembre de 2011


Esperando a Max, ¿o es sólo a Miramón?
Enrique Calderón Alzati
C
on una brillante jornada, histórica y a la vez visionaria, el pasado 14 de diciembre los diputados lograron llevar al país nuevamente al siglo XIX, del cual nunca debió salir, a decir de algunos de los hombres y mujeres más importantes de este país, incluidos el Presidente, su flamante secretario de Gobernación, algunos ilustres empresarios y, desde luego, los máximos dignatarios de la segunda más antigua institución que existe en esta región del mundo, conocida como Occidente.
Fue así que ese día memorable de 2011 los diputados federales, luego de discutir por cerca de siete horas (sin que se aclarara bien a bien el propósito de la discusión), dieron este importantísimo paso, que otorga a los mexicanos nuevamente el derecho de expresar libremente, en las calles y plazas de este país, su devoción a los claros preceptos del cristianismo, dando así cumplimiento a la promesa que recibiera el propio Papa, de una comisión unipersonal, aparentemente formada por un culto representante de quienes hoy gobiernan nuestro país (en una clara reminiscencia de lo que sucedió hace unos 150 años, cuando otra comisión de patriotas ofreció el trono de México a un distinguido príncipe de la casa de Habsburgo), para restituir este derecho de todos los mexicanos de ser conducidos por el único camino posible a la felicidad, el cual les había sido arrebatado cobardemente desde aquellos años por un grupo de facciosos, intolerantes y amargados, que en un albazo sacrílego habían logrado establecer el Estado laico, defendiéndolo luego de manera incomprensible en contra de las mayorías silenciosas de los mexicanos creyentes y de buenas familias, cometiendo todo tipo de hechos violentos, que culminaron de manera cobarde y vergonzosa con el asesinato del emperador que representaba las únicas posibilidades de progreso para nuestra nación en aquel tiempo.
Aunque podría decirse que algunas razones hubo en el comportamiento de aquellos hombres, a partir de pequeños errores de unos pocos líderes religiosos y políticos que en su afán de cuidar el orden público habían reprimido a quienes encabezaban el movimiento insurgente, aplicándoles castigos que hoy nos parecen un tanto extremos, pero que luego corrigieron (nuestros lideres religiosos, por supuesto), dando su apoyo a Iturbide en sus afanes libertadores, y que si bien habían apoyado también a López de Santana, lo hicieron siempre de buena fe, engañados por los ardides de aquel militar autoritario, como tantos otros, que en el siglo pasado se dedicaron a perseguir a hombres y mujeres creyentes, cerrándoles sus templos y martirizándolos ante la imposibilidad de hacerles renunciar a su fe.
Por ello, los príncipes de la Iglesia, los altos funcionarios del gobierno, los hombres de negocios y la gente de bien han manifestado de manera unánime su muy justificada alegría por tan importantes reivindicaciones libertarias, que de ahora en adelante permitirán poner en el lugar que les corresponde a los marxistas y talibanes, enemigos del orden y del progreso.
De esta manera los principios sagrados por los que han luchado tantos hombres y mujeres, quienes orgullosos de su fe nos permitirán ahora recibir con la frente en alto al mismo Papa, el enviado de Dios, que en los próximos meses visitará nuestro país con su mensaje de amor, para instruirnos sobre la importancia de otorgar nuestro voto a quien en su inmensa sabiduría él nos indique, para dirigir los destinos de nuestro país por el camino del bien, la devoción y la fe, que tanta falta nos hace en estos días de caos y de violencia, promovida por los delincuentes y los enemigos del orden y las buenas costumbres.
Ahora vendrán los tiempos en los que las personas decentes podremos expresar con júbilo nuestra fe y nuestros compromisos, imponiendo nuestras ideas y principios a quienes se oponen y se han opuesto a nosotros, no sólo en aspectos de la conciencia, sino también para apoyar otras causas relacionadas con la conducción del país y con la buenas costumbres.
Muchas son las cosas que hemos logrado imponer aun en contra de las leyes establecidas, gracias a la firmeza de nuestros principios, a las relaciones que hemos sabido tejer con paciencia y sabiduría; el paso siguiente será lograr que algunas otras leyes sean derogadas por inútiles y contrarias a la realidad en todos los campos de la vida política y social, desde la educación y la cultura que reciben nuestros hijos, y en especial los hijos de quienes no tienen recursos para pagar colegiaturas y se ven obligados a recurrir a las escuelas públicas, hasta los relacionados con el derecho a la vida y la proscripción del libertinaje.
Las nuevas libertades logradas con la derogación del anacrónico artículo 24 nos permitirán, en el futuro, no sólo aislar a quienes profesan religiones, creencias y maneras de pensar diferentes a las nuestras, sino hacerles ver que son minoría y que por ello deben sujetarse a la voluntad mayoritaria de nuestro pueblo, comprendiendo que es sólo por nuestra tolerancia que les permitimos coexistir con nosotros.
Sin embargo, no debemos pensar que todos estos logros están asegurados, las modificaciones a la Constitución, aprobadas por los diputados, habrán de enfrentar duras críticas de nuestros enemigos, antes de su confirmación en la Cámara de Senadores, por ello es necesario estar alertas desde ahora, para impedir que nuestros enemigos detengan este noble proceso que ha sido posible, gracias al apoyo de gobernadores, funcionarios y legisladores comprometidos con el actual proceso de modernización que ha tenido el país durante los últimos 11 años, como nunca se habían dado en la historia moderna de México.

LA REVUELTA DE OCUPA WALL STREET.


La revuelta de Ocupa Wall Street apenas inicia
David Brooks
Corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 31 de diciembre de 2011, p. 32
Nueva York, 30 de diciembre. El año concluye sólo para marcar el inicio del inicio, afirman integrantes de Ocupa Wall Street, quienes preparan iniciativas para 2012 con acciones en el ámbito electoral, en la lucha por vivienda, salud y educación para todos, en los barrios y campos del país, mientras debaten sobre la próxima fase de su movimiento.
Hoy marca lo que el cineasta Michael Moore y también el Wall Street Journalrecuerdan como la primera ocupaciónen este país en nombre de una causa de justicia económica. Hace 75 años, el 30 de diciembre, cientos de trabajadores (incluyendo el tío de Moore) ocuparon la planta automotriz de General Motors en Flint, Michigan, durante 44 días. A pesar de que la empresa, en pleno invierno, suspendió la calefacción y el agua a la planta, y de varios intentos de desalojo por la policía y hasta la Guardia Nacional, la empresa finalmente cedió ante las demandas y reconoció al sindicato automotriz UAW, en lo que se recuerda como un parteaguas en la lucha sindical estadunidense.
“Pero 75 años después, los patrones y elites han recuperado todo el poder y control. No puedo pensar una mejor manera de honrar a los ocupas originales que la participación de todos nosotros en el movimiento en Wall Street, en cualquiera que sea la forma que tome en cada uno de nuestros pueblos”, escribió Michael Moore. Haz algo, cualquier cosa, pero no te quedes en silencio. No ahora. Este es el momento.
El movimiento Ocupa no ha colapsado después de múltiples desalojos de plantones, represiones, arrestos y el frío invernal.
En sus primeras acciones contra las campañas políticas –al iniciarse el año electoral de 2012–, más de 25 manifestantes han sido arrestados en estos días recientes en Iowa, donde arranca la carrera entre los precandidatos presidenciales republicanos para obtener la nominación. Denunciando que de nuevo nos presentan políticos que han sido comprados por Wall Street y el uno por ciento, cientos de activistas han llegado de diferentes puntos del país para intentar tomar algunas de las oficinas de campaña de varios precandidatos republicanos, pero también las oficinas del Partido Demócrata y su candidato, el presidente Barack Obama. Ocupa Des Moines, la ciudad principal del estado, aún mantiene un campamento ahí.
Por otro lado, en acciones para enfrentar la crisis hipotecaria, activistas de Ocupa en Atlanta tomaron una casa embargada para recuperarla en favor de familias sin techo; en Oakland, la policía desalojó una ocupación de otra casa embargada, entre otras acciones parecidas en varios puntos del país.
Aquí en Nueva York, para festejar eldespertar maravilloso que ocurrió en 2011, Ocupa Wall Street convoca a una fiesta del 99 por ciento en la Plaza Libertad –sitio donde se estableció el primer campamento el 17 de septiembre, que fue posteriortemente desalojado– para hacer la revolución del Año Nuevo, la noche del 31.
Esa misma noche se programa unamanifestación de ruido en las afueras del centro de detención metropolitano, para expresar solidaridad con los encarcelados y denunciar el sistema penitenciario. Acciones paralelas se realizarán en Seattle, Oakland, Baltimore, Atlanta, Vancouver y Londres, entre otras. Una manifestación de ruido rompe el aislamiento y enajenación de las celdas que crean nuestros enemigos, afirman los organizadores.
Se continúan registrando acciones y actividades en cientos de ciudades y pueblos, algunos muy pequeños, durante estas semanas recientes (una investigación descubrió que en diciembre 143 pueblos y ciudades de California tenían alguna actividad relacionada con Ocupa). El movimiento tiene presencia cada vez más amplia no sólo en zonas metropolitanas, sino en las rurales, donde su mensaje también tiene eco.
El legendario cantante de country Willie Nelson, el defensor más famoso de los pequeños granjeros, llama a ocupar el sistema alimentario, declarando quegracias al movimiento Ocupa Wall Street hay un entendimiento más profundo sobre el poder que ejercen las grandes empresas en la gran mayoría de nosotros. Afirma que nadie sabe esto mejor que los granjeros familiares, cuya existencia, viviendo de la tierra, se ha vuelto cada vez más difícil desde que las empresas llegaron a dominar a nuestras granjas y el sistema alimentario.
Nelson escribió en Reader Supported News que el control empresarial de nuestro sistema alimentario ha llevado a la pérdida de millones de familias granjeras, la destrucción de nuestras tierras, la contaminación de aguas y epidemias de salud de obesidad y diabetes. No podemos tolerarlo. Nuestro sistema alimentario pertenece a los granjeros familiares, no debe estar bajo control de un puñado de empresas.
Mientras tanto, aquí como en otras entidades, cada semana continúan las reuniones de decenas de grupos de trabajo que abarcan desde acción directa a cocina, un centro de investigaciones móvil, uno dedicado a artes y música, otro a asuntos ambientales, otro más a sistemas financieros alternativos, como también agrupaciones de meditación,performance y más, donde todos están invitados a participar. Ahí se presentan propuestas, elaboran planes y se discuten las próximas fases de este movimiento. Toda propuesta o iniciativa es llevada ante las asambleas generales, donde tienen que ser aprobadas por consenso.
Este proceso sin líderes, de estructura horizontal, está en curso en cientos de esquinas por todo el país. Ahí es donde se está creando la próxima etapa del movimiento Ocupa Wall Street que, prometen, ocupará al 2012.

EDITORIAL La jornada 31 de diciembre de 2011


Alimentación: perspectiva catastrófica
E
l año que hoy termina ha quedado marcado como uno de los más difíciles para el país en materia agrícola y alimentaria. Los rezagos históricos que acusan los entornos rurales y quienes habitan en ellos se vieron agravados, en el curso de estos 12 meses, por el efecto de fenómenos naturales como heladas, inundaciones y la sequía más grave en siete décadas, que en conjunto afectaron a 70 por ciento de la superficie cultivada del país, ocasionaron la pérdida de cientos de miles de cabezas de ganado y derivaron en problemas de alimentación y acceso al agua potable en amplias franjas del territorio. Sin embargo, todo parece indicar que las consecuencias sociales de estos fenómenos no se han expresado aún en toda su crudeza. Hace unos días, académicos de la Universidad Autónoma Chapingo señalaron que en 2012 podría producirse un encarecimiento de entre 100 y 150 por ciento en el precio de los alimentos, en tanto que dirigentes de organizaciones campesinas han afirmado que, en el próximo año, podría crecer en un millón el número de mexicanos en pobreza alimentaria.
Por graves y atípicas que hayan sido las sequías, las heladas y las inundaciones, sería injusto atribuir el deterioro agrícola y los barruntos de catástrofe alimentaria a esos fenómenos climatológicos, cuando lo que éstos han hecho es amplificar y multiplicar los efectos de un abandono del campo convertido en política de Estado. Desde hace décadas, los gobiernos federales han ensayado una estrategia agraria que, entre otras cosas, ha derivado en el retiro del Estado de los eslabones más importantes de la cadena alimentaria, ha privado al país y su gente de reservas estratégicas de alimentos, ha condicionado al país a la dependencia de naciones extranjeras en esa materia y ha dejado a su población a merced de las fluctuaciones de los mercados y de las burbujas especulativas.
A casi dos décadas de las reformas constitucionales que propiciaron la privatización de tierras ejidales y el éxodo de campesinos a las ciudades, y cuando están a punto de cumplirse cuatro años de la entrada en vigor del capítulo agrícola del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, hay ya evidencia empírica suficiente para desmentir las supuestas ventajas del modelo librecambista impuesto por los centros de poder financiero planetarios vía el llamado consenso de Washington. Pero aunque no fuera así, la gravedad de la circunstancia actual tendría que bastar para que las autoridades emplearan los recursos a su alcance para atenuar la problemática que enfrenta el agro, pues de ello depende la viabilidad alimentaria del país.
No hay razón, pues, para que no se active un freno de emergencia para la situación que vive el campo, el cual tendría que incluir, necesariamente y en lo inmediato, la aprobación de recursos urgentes para los entornos agrícolas –sobre todo los más pobres– y las medidas necesarias para garantizar el abasto de la población. En tal contexto, se tornan incomprensibles y peligrosas decisiones como la adoptada recientemente por el Ejecutivo federal de vetar un fondo de emergencia para atender los daños por las sequías y las heladas, no sólo porque ello implica escamotear ayuda a sectores que en verdad la necesitan, sino porque equivale, dada la situación presente, a una acción de sabotaje contra la nación en su conjunto.
El país requiere, en la circunstancia actual, la recuperación de sus capacidades productivas en materia agrícola y eso no se logrará a menos de que existan las políticas de impulso al desarrollo agrícola y a los pequeños productores. El hambre en México –y en el mundo– no podrá ser abatida mientras no se tomen las previsiones necesarias para proteger a la agricultura –como lo hacen Japón, Estados Unidos y las naciones europeas–, y no se adopten y apliquen directrices agrarias con sentido humano que ayuden a la construcción de naciones viables y autosuficientes, con capacidad para dar de comer a sus habitantes.

viernes, 30 de diciembre de 2011

EDITORIAL La jornada 30 de diciembre de 2011


Acteal: impunidad y perspectivas de esclarecimiento
A
14 años de la masacre de Acteal, municipio de Chenalhó, donde un grupo paramilitar afín al Partido Revolucionario Institucional asesinó a 45 indígenas tzotziles integrantes de la asociación civil Las Abejas –mayoritariamente mujeres y niños–, el saldo más visible y a la vez el más ominoso de ese hecho es la persistente impunidad y la falta de justicia para las víctimas y sus deudos.
Hasta la fecha, más de 120 inculpados han desfilado ante la justicia, pero no se ha incluido a ningún alto servidor público por la autoría intelectual de ese crimen, ni se ha realizado el deslinde de responsabilidades penales en que pudieron haber incurrido funcionarios como el ex presidente Ernesto Zedillo, los ex titulares de la Secretaría de Gobernación, Emilio Chuayffet, y de la Procuraduría General de la República, Jorge Madrazo, y el ex gobernador de Chiapas Julio César Ruiz Ferro, entre otros. Por lo referente a los autores materiales, hace dos años se produjo un lamentable retroceso con la absolución y liberación, por parte de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, de una treintena de involucrados en la matanza, por supuestas irregularidades procesales. Y el correlato de todo ello ha sido la persistencia de una campaña, emprendida por membretes académicos y mediáticos cercanos al poder político de entonces y de ahora, que busca inocular en la opinión pública la versión de que la matanza de Acteal se debió a pugnas por cuestiones religiosas y de límites territoriales entre grupos indígenas de la región.
Por fortuna, frente a estos empeños por apelar a la desmemoria y a la dislocación de la realidad persisten intentos por lograr el esclarecimiento de esos crímenes y por sancionar a sus autores intelectuales y materiales, que en años y meses recientes han alcanzado perspectivas de viabilidad. El más destacado es la demanda interpuesta en 2005 por Las Abejas y el Centro Fray Bartolomé de las Casas ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en la que se señala la responsabilidad internacional de los Estados Unidos Mexicanos por la masacre ocurrida el 22 de diciembre de 1997, la cual fue admitida el año pasado por esa instancia continental a pesar de las presiones ejercidas por el gobierno mexicano.
La otra cara de la moneda está representada por una demanda civil, interpuesta en un tribunal de distrito en el estado de Connecticut, en contra del ex presidente Ernesto Zedillo, e impulsada a instancias de un despacho de abogados en representación de familiares de las víctimas de Acteal. Más allá de las críticas que ha suscitado esta última denuncia –por el carácter anónimo de quienes la presentan, por el hecho de que se circunscribe al ámbito civil y de que busca la reparación económica del daño, y hasta por los supuestos intereses políticos que pudieran estar detrás de ella–, es ineludible destacar dos aspectos claves que se desprenden de ella: su condición de precedente en el señalamiento de responsabilidades de ex mandatarios por crímenes de guerra y de lesa humanidad, y que está sustentada en el informe elaborado por la fiscalía especializada de Chiapas para la investigación del caso Acteal, difundido en octubre pasado, en el que se asientan responsabilidades penales del propio Ernesto Zedillo y varios de sus colaboradores, incluidos los funcionarios mencionados. Se documenta que el ex presidente tuvo información para impedir la matanza desde un año antes y no lo hizo, y se presentan pruebas de que la masacre fue resultado de una política de contrainsurgencia diseñada y puesta en marcha por el gobierno zedillista, que incluía el uso de grupos paramilitares.
Así pues, la aparición pública del referido informe tira por tierra la falsa hipótesis de la masacre como resultado de confrontaciones entre grupos indígenas.
En un escenario en que las esperanzas de esclarecimiento y justicia para Acteal parecen circunscritas al recurso de los instrumentos de justicia internacional –sobre todo a raíz del citada exculpación por la SCJN–, los procesos en la CIDH y, en menor medida, en el tribunal de Connecticut, podrían ser un primer paso para esclarecer la matanza de hace 14 años y lograr sanciones conforme a derecho para sus responsables intelectuales y materiales. El Estado mexicano tendría que comprender que cada día que pasa sin verdadera justicia para las víctimas de Acteal es una prórroga que derrumba los presuntos afanes legalistas del grupo en el poder y su supuesto compromiso con el estado de derecho.

martes, 27 de diciembre de 2011

EDITORIAL La jornada 27 de diciembre 2011


Precandidatos únicos: precedente preocupante
E
l Consejo General del Instituto Federal Electoral (IFE) discutió ayer, en una prolongada sesión extraordinaria y con marcadas diferencias en su seno, las restricciones impuestas previamente por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) a las precandidaturas presidenciales únicas. Debe recordarse que el pasado miércoles el máximo órgano de justicia electoral resolvió que los precandidatos únicos no pueden realizar actos de proselitismo de manera abierta, porque podrían incurrir en actos de campaña anticipada. En respuesta, el aspirante presidencial Andrés Manuel López Obrador envió a ese órgano jurisdiccional un cuestionario en que pedía que las autoridades en la materia aclararan los alcances de los derechos de esos precandidatos a la libre expresión y a la libre asociación, y especificaran qué tienen permitido en el marco de la actual legislación comicial. Una vez que el TEPJF turnó la solicitud del tabasqueño al IFE, éste redactó un dictamen en que se afirmaba, entre otras cosas, que la ley electoral no establece una limitante respecto del tipo de actos que pueden realizar los precandidatos únicos, y que no había, en consecuencia, razón jurídica para limitar sus apariciones públicas ni para prohibirles hacer precampaña. Al cierre de esta edición, los consejeros del IFE habían acordado, por mayoría, permitir la presencia de los aspirantes presidenciales de unidad en actos públicos, pero limitar su presencia en anuncios de radio y televisión durante el tiempo que duren las precampañas.
La circunstancia descrita pone de manifiesto, en primer lugar, las imperfecciones de la actual legislación en materia electoral –la cual acusa, como puede verse, importantes lagunas conceptuales– pero, sobre todo, las dificultades de las autoridades en la materia para compensar tales deficiencias con criterio y sentido común. Si, como reconoció el propio IFE, la normativa vigente no establece una distinción entre los precandidatos presidenciales únicos y los que enfrentan contiendas internas en sus respectivos partidos, lo procedente sería que las autoridades garantizaran a unos y otros los mismos derechos. En cambio, la consideración del tribunal de que las actividades de los primeros deben estar limitadas para evitar una supuesta posición de ventaja respecto de los segundos resulta improcedente a la luz de la evidencia empírica: al día de hoy, por ejemplo, los tres precandidatos presidenciales del Partido Acción Nacional gozan de prerrogativas y presencia mediática privilegiadas respecto de los aspirantes de la oposición, y ello desvirtúa los alegatos del TEPJF de que las restricciones referidas obedecen a un afán de procurar equidad en las contiendas.
Un juicio similar merece el argumento de que los pronunciamientos de los y las aspirantes presidenciales no deben estar dirigidos a la población en general: llevado al extremo, semejante razonamiento podría conducir a la inviabilidad de las precampañas, pues resulta imposible asegurar, por ejemplo, que el público de los anuncios difundidos por radio y televisión esté constituido sólo por militantes y adherentes de determinado partido.
Por lo demás, cabe advertir que, con las limitaciones interpuestas a las precandidaturas únicas, el TEPJF exhibió una actitud cuestionable, no sólo por cuanto dio la impresión de favorecer a los aspirantes presidenciales del partido en el poder, sino también porque muestra una propensión a judicializar el proceso electoral y a contaminarlo con consideraciones legaloides. Para colmo, el propio tribunal acusa un déficit de credibilidad en su desempeño como juez electoral imparcial y confiable, habida cuenta de su cuestionable papel en la calificación del proceso electoral de 2006, el cual dio por bueno pese a haber detectado irregularidades graves.
En suma, por más que el resultado final de la votación en el seno del IFE implique una corrección –así sea parcial– a las injustas limitaciones impuestas por el TEPJF, el rumbo que adquirió la discusión en torno a los precandidatos únicos no sienta buen precedente de cara a 2012: da la impresión de que pudieran aparecer, de nueva cuenta, las interpretaciones facciosas de la ley, las posturas de las autoridades electorales a favor del oficialismo y en contra de las candidaturas alternativas y progresistas, y otros vicios que contaminaron sobremanera el ambiente electoral hace cinco años.

D.F. la salida es por la izquierda. Paco Ingacio Taibo II. La Jornada 27 de diciembre 2011


DF: la salida es por la izquierda
Paco Ignacio Taibo II
I
–Yo voy a votar por el PRI –dijo el taxista.
Dudé entre tirarme en marcha del coche sin pagarle, a riesgo de romperme el hocico, para que se fuera educando en lo que sería una ciudad gobernada por priístas, o desplegar mis mejores pruebas contra el regreso de los conocidos de Alí Babá. Sus argumentos eran deprimentemente sólidos: “Más vale malo conocido…”, De todas maneras van a ganar, a la buena o con fraude, la administración priísta del DF había castigado a los taxistas con reglamentos, burocracias, policías mordelones, y los del PRD son igual, también hacen chanchullos y se roban urnas.
Después de 38 minutos de trayecto, gracias al tráfico infernal del DF, le saqué un empate. A terco no ha nacido todavía el taxista que me vaya a ganar y a discutidor, tampoco. Usé todas las historias que conozco sobre el estado priísta, sus modos y maneras, su estilo, su larga mano que llega a todos los cajones, a todos los negocios turbios contra la nación y a todos los gatillos y defendí la necesidad de que el DF se fuera hacia la izquierda.
–Bueno –dijo finalmente el taxista llamado, según su tarjetón, Alfaro. Órale, voy a votar por el PRD o el PT, pero sólo si sale el que usted dice.
El que yo decía era Martí Batres.
II
Yo no quiero ser diputado, senador, asambleísta, asesor a sueldo, funcionario público, funcionario partidario, militante con salario, no quiero que las instituciones públicas compren mis libros y seguiré dando conferencias al movimiento sin cobrarlas.
Por otro lado sigo siendo miembro del PRD por una extraña razón, cada vez que la burocracia que lo dirige hace una marranada, no encuentro mi vieja credencial del 88 firmada por Cuauhtémoc Cárdenas, para irla a quemar al Zócalo en desagravio. Soy miembro de Morena y del No más sangre, me sumo a las marchas del Movimiento por la Paz, del SME y los maestros de la CNTE, de la APPO, y creo, con un fervor de militante de los años 60 en eso que llamamos el movimiento.
Por lo tanto, en este debate no tengo cola que me pisen.
III
Hace años intenté contar cómo nuestra generación, la generación del 68 y sus herederos (la insurgencia obrera, la resistencia ciudadana, el movimiento popular, la reorganización social ante el terremoto), hizo un pacto con el diablo. No fue un mal pacto. A cambio de sacar al PRI de Los Pinos guardamos en el clóset a Ho Chi Minh, la revolución socialista, Flores Magón, Durruti y los Consejos Obreros, el programa de transición y la plusvalía. No era un mal pacto en términos de una nación agotada por 40 años de agresiones desde el poder contra los ciudadanos: saqueos, doble moral, represiones y abusos, matanzas de campesinos y errores económicos que destruían en una semana la tercera parte de la clase media, que fabricaban millonarios y pobres a la misma velocidad. No era mal negocio para librarnos de un PRI que dejaba en el camino de sus funcionarios millonarios a las viudas, los pobres y los despedidos.
Sin embargo, nunca leímos la letra pequeña del contrato. No teníamos mucha experiencia en esto de pactar con el diablo y no se nos ocurrió ver que abajito del documento, en la letra minúscula escondida, decía: sacarán al PRI, pero vendrá el PAN y después:En el proceso de sacar a los ladrones de Palacio, muchos de ustedes se volverán como ellos.
Ahora se nos propone una reiteración del pacto y el diablo dice: Con tal que el PRI no vuelva al Distrito Federal, cualquier candidato es bueno. Pero nos hemos vuelto expertos en interpretar la letra chiquita y con cuidado leemos:Dejarán unos añitos más reposar en el clóset a sus muertos ilustresserán funcionarios y no militantes, la chamba es primerola izquierda moderna de nada se acuerdamejor chucho que perro,el Estado es la princesa y cuando la besen se volverán sapos (el diablo parece tener sentido del humor) y otras lindezas parecidas.
IV
Sin despreciar la lucha electoral, que en ciertos momentos se vuelve el gran cauce de expresión popular, pienso que hay que darle su justo valor y no sumarnos a la tradición perredista que ha hecho de lo electoral (sea lo que sea: elecciones internas, parciales, externas, de la flor más bella del ejido) una obsesión.
Entender la lucha electoral al margen de los gritos nacionales de estamos hasta la madreno más sangre, no al manejo neoliberal de la economía, no a la represión contra los activistas en la red, no a la represión a maestros y electricistas, no a los manejos turbios que desnacionalizan Pemex, no a la criminalización de la protesta social, no a las mil y un formas de corrupción que son el cáncer nacional que afecta a México, es una traición al pasado y al sentido de la izquierda, una abominación.
Darle la vuelta a la tortilla significa darle contenido al enfrentamiento electoral, repletar la campaña de información, de educación, no simplemente poner rostros en pancartas en las farolas.
¿Cómo es posible que en los millares de espectaculares, pancartas sobre las vías rápidas, carteles de la precampaña del PRD no haya una sola alusión al necesario fin de la guerra calderonista? Sólo caritas sonrientes con corbata amarilla.
V
–Yo voy por el voto nulo. Todos son iguales. Todos los políticos son iguales –dijo el chavo. No me miraba de frente, pero en la mirada huidiza se reconocía una clara obstinación, una revuelta. No era la primera vez que escuchaba el argumento. Se lo había oído a Adolfo Gilly en una reunión amplia del Movimiento por la Paz, y su punto de vista reflejaba el de la mayoría en ese encuentro contra mi opinión minoritaria; y desde luego se lo había escuchado a compañeros del entorno zapatista. El justificadísimo desencanto ante los partidos electorales de la izquierda moderada ha prendido entre muchos, muchos más de lo que se piensa, no sólo entre jóvenes radicales, sino también en la alta amplia capa de la clase media ilustrada que fue a finales de los 80 parte fundamental de la periferia del PRD y que le dio la victoria en las dos elecciones del fraude.
¿Y es el voto nulo, en blanco, la abstención, una revuelta?
No, más bien es un gesto moral, y con todo el respeto que le tengo a los gestos morales, se va a diluir en términos significativos en la habitual y creciente abstención.
El voto en blanco en las próximas elecciones no castigará al PRI y al fantoche de Peña Nieto, sino que lo favorecerá. El voto en blanco se va a producir en el entorno de la izquierda, en sectores críticos del sistema, pensantes,
¿No tendría mucho más sentido el voto crítico? Algo así como: No votaré por ningún candidato de izquierda que no haga suya la propuesta de una ley de amnistía a los centenares de campesinos ecologistas presos. No votaré por ningún candidato de izquierda que no firme un proyecto para detener la guerra. No votaré por ningún candidato de izquierda que no reconozca la urgencia de democratizar el magisterio y promueva una educación gratuita, laica y popular.
VI
Sólo hay un par de maneras de que esta ciudad, que por la base es mayoritaria y claramente de izquierda, protestona, liberal, progresista y a toda madre, se pierda, y es que la izquierda elija un candidato de izquierda que no lo sea; me explico este bonito galimatías:
Una parte de los precandidatos a jefes de Gobierno del DF son, en una definición generosa, de centro izquierda (pero poquito), neoliberales a ultranza, sin pasado político, funcionarios en permanentes funciones (del Gobierno del DF, del aparato o de las cámaras), van desde el representante de los chuchosCarlos Navarrete a los ebrardistas Mario Delgado y el procurador Mancera. Ciudadanos que creen, desde luego, en la eternidad de la chamba. Un poco más a su izquierda Alejandra Barrales. Y en la otra esquina Benito Mirón, Laura Velázquez, Pablo Gómez, Fernández Noroña y Martí Batres.
La elección de uno de los tres primeros provocaría una ola de voto en blanco (entre ellos el mío), nulo o abstencionismo enorme. Daría razón a los que desde otros sectores del movimiento argumentan que todos son iguales. Para gobernar al modo priístasoft no hace falta un gobierno de izquierda.
¿Por qué entre los candidatos de la izquierda Martí Batres me parece el mejor? Quizá porque es el que tiene más claro que una candidatura es antes que nada un proyecto y un equipo elaborado más allá de las nefastas cuotas que han dominado la formación de gobiernos perredistas en todo el país y que permiten que la administración se llene de ineptos, chambistas y mediocres ciudadanos.
Me cae bien Fernández Noroña, por sus desplantes y sus locuras, pero quizá por eso mismo es quizá el candidato que reúne mayor cantidad de intención de voto negativo y sería prácticamente imposible ganar el DF con él; los demás compañeros están muy lejos de tener una presencia en el movimiento y la sociedad.
Así la cosa ¿que aporta Martí?
Una clara idea de que la ciudad debe virar hacia la izquierda sumando nuevas propuestas a los avances logrados en el Distrito Federal, sobre todo en política social y derechos de minorías que deben conservarse (transporte barato, apoyos a madres solteras, matrimonios gay y adopción, becas para estudiantes de preparatoria, apoyos económicos a la tercera edad, comedores populares, nuevas escuelas preparatorias).
Parece que ha hecho suyas tres ideas claves, tres condiciones: 1) La candidatura debe poner por delante la lucha contra la corrupción. 2) Debe solidarizarse sin condiciones con los movimientos por la paz y no más sangre que hoy representan la legítima respuesta ciudadana a la enloquecida guerra de Calderón. 3) Debe apoyar sin condiciones a la resistencia electricista y magisterial en la ciudad de México ante los embates del estado y el charrismo sindical.
He discutido en varias sesiones con grupos muy diversos de militantes del movimiento, de la base perredista, de las brigadas de Morena, los 50 puntos que Martí propuso y me parecen un primer proyecto de gobierno consistente, La idea de crear una red de cooperativas de consumo que permitan la venta de productos agrícolas directamente de los productores a los consumidores, la creación de una empresa de suministro y generación eléctrica de la ciudad de México que devuelva el empleo a los trabajadores del SME y corrija el sistema de tarifas irracional que CFE trata de imponer, el reconocimiento de la sección 9 del magisterio por las autoridades del DF, la captación de agua de lluvia, la creación de un canal de televisión y una estación de radio ciudadana, el lanzamiento de un a nueva economía democrática y participativa, la radical simplificación administrativa de la ciudad de México, la creación de un banco del DF, cuyas ganancias se destinen a obras sociales y culturales, la transformación de la impartición de justicia con procuradores electos por la ciudadanía y el juicio con jurado, la desaparición de empresas de intermediación laboral, el rechazo a los contratos de protección… éstas, entre otras muchas proposiciones, me parecen esenciales para construir una ciudad mejor.
VII
Siguiendo la sabia máxima de Si cacarea, pone huevos y tiene plumas, seguro es una gallina, creo que ha llegado la hora de que estas cosas se discutan públicamente. Hay que sustituir los rumores por el debate, las versiones en lo oscurito por la discusión de ideas, que no sean los caudillos los que tomen decisiones y que finalmente no nos veamos obligados a aceptar un método de encuestas basado en la popularidad que generan las pancartas.
Algo está sin duda soberanamente claro: si esta ciudad tiene salvación y salida, esta es por la izquierda y el taxista Alfaro, Fabrizio Mejía Madrid, Paloma, un servidor y muchos más pensamos que con Martí Batres.
(Para la redacción de esta notacanibalicé fragmentos de un viejo artículo titulado El pacto con el diablo, los tiempos han cambiado pero algunas de las situaciones son las mismas.)

domingo, 25 de diciembre de 2011

EDITORIAL. La Jornada. 25 de diciembre de 2011

CFE: saldos de desastre
C
on las fallas registradas ayer en instalaciones eléctricas del Centro Histórico de la ciudad de México –13 cortocircuitos, de los cuales dos derivaron en incendio y uno en explosión–, el número de averías en mufas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en la red de suministro eléctrico del primer cuadro de esta capital llegó a 128 en lo que va de 2011. Esa cifra se suma a las 178 fallas ocurridas en esa misma parte de la ciudad en el año pasado y da cuenta de un profundo deterioro en el abasto de energía eléctrica en una zona que, además de ser el corazón político del país, tiene una intensa actividad turística y comercial. Y es inevitable atribuir un punto de arranque preciso a esta circunstancia de catástrofe: la extinción, vía decreto presidencial, de Luz y Fuerza del Centro (LFC) en octubre de 2009, y su remplazo por la propia CFE.
En los meses posteriores a la desaparición de LFC, cuando se registraron las primeras explosiones en mufas del Centro Histórico, la administración federal insistió en responsabilizar por esos eventos a los ex trabajadores de Luz y Fuerza, y los acusó, sin prueba alguna, de haber incurrido en acciones de sabotaje. Ahora, sin embargo, no le ha quedado otro camino que admitir, por medio de la CFE, la razón evidente de esas fallas: la obsolescencia del cableado eléctrico del centro de la capital, como consecuencia del abandono de décadas a que fue sometido por las administraciones federales y del descuido con que ha venido operando, en los últimos dos años, el personal de la empresa que dirige Antonio Vivanco. En todo caso, lo que nadie, ni la propia CFE, puede negar, es que el inicio de sus operaciones en la capital del país y el área metropolitana ha configurado una circunstancia de riesgo, indeseable y permanente, para la urbe, sus autoridades y sus habitantes.
Por desgracia, la deficiencia con que opera la llamada empresa de clase mundial en la zona centro del país no es el único factor de agravio de esa compañía en contra la sociedad: a ello habrá que añadir las alzas desmedidas en las tarifas, que han sido denunciadas por usuarios de ese servicio en distintos puntos del país. Un ejemplo inmediato es lo ocurrido en Tabasco, donde más de 400 mil personas se mantienen en resistencia civil contra los altos cobros de la CFE, y acumulan adeudo que pasó de 2 mil 275 millones de pesos a 3 mil 800 millones entre diciembre de 2010 y el mismo mes de 2011. En otras partes del territorio, el aumento de las tarifas ha provocado movilizaciones, plantones y bloqueos de caminos, y ha abierto un frente adicional de inconformidad y encono en un contexto nacional ya sobrado de ellos.
Las alzas exorbitantes en las tarifas eléctricas son injustificables desde cualquier perspectiva: lo son, ciertamente, desde un punto de vista económico –en la medida en que esas alzas tienen un componente inflacionario y afectan a los bolsillos de la población–, pero también desde el punto de vista político e incluso desde el ético: en la percepción de muchos usuarios, el correlato de los cobros desmedidos es la corrupción que campea en las oficinas de la paraestatal, que ha quedado exhibida a raíz de la detención y posterior liberación del ex directivo de la CFE Néstor Moreno –hoy prófugo– y la captura de otros funcionarios, y cuyo costo parece estar siendo trasladado, en forma indebida, a la población.
El carácter estratégico de la industria eléctrica y la necesidad de que ese servicio público sea garantizado a la sociedad son dos de las razones que legitiman el control del Estado mexicano sobre ese sector. Si el gobierno federal ha decidido ejercer ese dominio exclusivamente por medio de la CFE, lo menos que cabría esperar es que esa empresa sea sometida a un proceso de depuración de largo alcance, que se garantice su capacidad operativa en la capital –para ello podrían echar mano de los más de 16 mil ex empleados de LFC que no se han liquidado– y en otros puntos del territorio, que se castiguen los malos manejos practicados al interior de sus oficinas, y que se evite que la población sea la que pague, mediante incrementos en los costos de la electricidad o mediante un servicio desastroso, los saldos de los mismos.
duda?

Rebelion. 25 de diciembre de 2011



Respuesta a "La lógica elemental de las elecciones en México"
"Las elecciones, nos guste o no, son un momento de lucha entre diversas fuerzas políticas"



Estimado Lucho [Lucio Rivera]:
Desde hace tiempo he mantenido una polémica con David, compañero tuyo de la LUS [Liga de Unidad Socialista] sobre AMLO [Andrés Manuel López Obrador] y las elecciones. Veo que has dado respuesta al artículo de Almeyra titulado “Las elecciones en México y la lógica elemental” con la que no estoy de acuerdo. Me permito responder a tu respuesta retomando las ideas que a lo largo de casi un año he hablado con David.
En primer lugar, abundas en insultos y epítetos que poco ayudan a comprender las cosas: “bribones”, “aborrecible”, “pillos” y etcétera. No es que no se deba llamar a las cosas por su nombre sino que a veces el abuso de esas palabras es una barrera para el pensamiento. Así que menos calificativos y más ideas, menos etiquetas morales y moralizantes y más categorías científicas.
Almeyra menciona, y creo que estarías de acuerdo, en que el país atraviesa por una guerra contrainsurgente, disfrazada de “guerra contra el narco”, destinada a controlar a la población, reordenar el mercado de las drogas según los intereses de los Estados Unidos y, para este país, lograr un control total del nuestro. En el plano económico vivimos una catástrofe similar: carestía, desempleo, bajo o nulo crecimiento de la economía y un derrumbe de la industria nacional. En el plano social el panorama es igual de desolador, un solo hecho lo demuestra: la existencia de siete millones de jóvenes que no tienen trabajo ni escuela. Frente a este negro panorama ¿Cuáles son las tareas urgentes e inmediatas? Discúlpame, Lucho, pero no es la revolución socialista ni la expropiación de los medios de producción; las tareas urgentes
  1. Son recuperar la soberanía nacional (lo cual implica detener la guerra contrainsurgente y fortalecer al Estado mexicano).
  2. La recuperación de las libertades civiles básicas (o “libertades burguesas”, si gustas) tales como la libertad de prensa, asociación, reunión, manifestación y otras, anuladas de facto con la “guerra contra el narco”.
  3. Reactivar la economía nacional: generar crecimiento económico, reanimar la industria nacional orientada al mercado interno y la capacidad de consumo de la población.
  4. Atender el problema social con medidas urgentes para generar empleo, aumentar salarios, proporcionar a la población salud, educación, vivienda y demás satisfactores básicos.
  5. Un plan emergente de preservación del medio ambiente y recuperación de los ecosistemas dañados.
La revolución socialista no está a la orden del día, antes que proponerse esos objetivos es indispensable salvar lo que queda del país. La revolución socialista será mil veces más difícil si la intentamos no un país soberano (o con cierto margen de soberanía) sino en un protectorado norteamericano, así de simple. Y en esta lucha por preservar a México como país independiente es posible una alianza entre el pueblo y ciertos sectores de la burguesía: eso es lo que representa AMLO. Para esa franja del empresariado mexicano la preservación de la patria (sí, la patria, aunque esa palabra suene ridícula a oídos de los neoliberales “globalizados”, espero no suene así para los socialistas de la LUS) no es un asunto de nacionalismo romántico, es un tema vital interés para su supervivencia como burgueses. El TLC ha favorecido a los capitalistas con capacidad de exportación pero, debido al empobrecimiento hasta el límite de la población, ha llevado a la quiebra a los burgueses que orientaban su producción al mercado interno. Éstos necesitan un gobierno que los represente y defienda de la apertura indiscriminada a los productos gringos, europeos y chinos; ese político que puede velar por sus intereses es AMLO. Por el otro lado, estos mismos empresarios comprenden que para reactivar sus negocios se requiere reactivar el mercado interno y eso implica elevar los salarios, proporcionar capacidad de compra a la población; este es el punto donde se hace posible una alianza táctica entre el pueblo y un sector de la burguesía. Esta franja de la burguesía de la que hablamos tiene claro que debe detener la guerra contrainsurgente por múltiples razones: si se concreta la anexión del país quedarán subordinados para siempre a la burguesía norteamericana y serán desplazados de los pocos nichos en los que se han refugiado, porque sus negocios no pueden prosperar en medio de la violencia.
AMLO representa a esa franja de la burguesía que ha comprendido que la soberanía nacional les conviene y que también les conviene hacer concesiones al pueblo.
Por el otro lado, AMLO es un político que representa a la burguesía progresista no sólo en lo económico, también en lo político. Apuesta por el Estado laico, por las libertades básicas, por la educación pública y por un Estado que redistribuye entre la población parte del excedente.
Por último, AMLO planea llegar al poder y llevar a cabo su programa apoyado en la movilización y organización popular, aunque mantenga ésta en el terreno de lo electoral.
Esta es la caracterización precisa de AMLO. Lucio, menos calificativos morales y moralizantes (“bribón”, “pillo”, hambreador”, “patético” y etcétera) y más análisis. Entiendo tus bríos y tu ánimo de lucha pero te recuerdo que esto no es un intercambio de textos de agitación dirigidos a inflamar el pecho de las masas e impulsarlas a la lucha, esto es un debate político donde lo que pesa son las ideas y no las arengas encendidas.
Una vez que tenemos la caracterización de lo que AMLO representa en realidad, ¿en serio se puede sostener que es lo mismo que Peña Nieto o Cordero? No y mil veces no. En este mundo nunca se da que dos cosas sean lo mismo y quien dice esto está renunciando al análisis de la realidad. Alejémonos de simplificaciones ramplonas. Por esto mismo, me parece un sinsentido que reproches a AMLO y el PRD haber desmovilizado a las masas en 2006 si desde el principio dices que es lo mismo que los demás.
Hay que tener la capacidad de ver las contradicciones que existen entre las diversas facciones de la burguesía y aprovecharse de ellas. Por ello es que, a mi juicio, el abstencionismo es una política equivocada.
Concuerdo en que es necesaria la organización independiente del pueblo y los trabajadores pero ello no implica, no veo el nexo lógico por ninguna parte, jugar en la coyuntura electoral y ser sectarios con un sector del pueblo que, con todas sus limitaciones, está organizado y dispuesto a luchar, MORENA. Las elecciones, nos guste o no, son un momento de lucha entre diversas fuerzas políticas. Y, por duro que sea, tenemos que reconocer que en este momento el pueblo no juega con fuerza propia, no hay una organización significativa que actué en esta coyuntura.
Entonces lo que nos queda a los socialistas es, por supuesto, seguir trabajando para construir la organización independiente de los trabajadores y el pueblo y, por la vía de los hechos, hacer una alianza táctica con la burguesía progresista representada por AMLO, actuar dentro de MORENA y juntos derrotar a los neoliberales y los anexionistas. Esto no se logrará sólo con el triunfo en las urnas, será una lucha política de varios años contra el narcotráfico, la diplomacia yankee, los medios de comunicación, los empresarios enganchados en el TLC y las bases conservadoras del PRIAN; todo esto con AMLO ya sentado en la silla presidencial.
Por supuesto que en el bloque progresista (AMLO y lo que representa + las pocas organizaciones socialistas y populares involucradas en el proceso) hay a la vez unidad frente al enemigo común (el imperialismo y los neoliberales) y confrontación por la dirección de dicho bloque. Nunca, en ni un momento se anula esa confrontación. Quienes hemos apoyado críticamente a AMLO la hemos vivido y si no hemos tenido los mejores resultados es porque no tenemos la fuerza suficiente. Los revolucionarios combatimos al mismo tiempo a ambos: a los neoliberales e imperialistas y a la burguesía progresista pero por razones tácticas no lo hacemos del mismo modo, no con la misma intensidad ni en los mismos espacios. Sin ser maoísta, te diría que en esta ocasión es necesario saber distinguir entre la contradicción principal y la secundaria en la lucha. De quién gane la confrontación dentro del bloque progresista depende si el proceso queda en un simple recambio burgués o si desemboca en una revolución popular. Somos muchos los que asumimos este reto en lugar de evadirlo.
Esta es mi posición y la de muchos que somos orgullosamente socialistas pero creemos que en las condiciones concretas del país, el día de hoy la lógica elemental no dicta promover el voto por AMLO.
Te envío muchos saludos a ti y a todos los compañeros de la LUS.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

domingo, 4 de diciembre de 2011

Rebelion. 4 de diciembre de 2011



Las izquierdas en el ojo de la tormenta



En la edición de noviembre de Le Monde Diplomatique, Serge Halimi desarrolla en un extenso artículo su visión de los problemas que atraviesa la izquierda europea. En La izquierda que ya no queremos desgrana una fuerte crítica a los gobiernos que se proclaman socialistas por su manejo de la crisis, ya que no encuentra mayores diferencias entre lo que hacen los conservadores y los progresistas una vez que conducen la cosa pública.
"La izquierda reformista se distingue de los conservadores mientras dura la campaña por un efecto óptico. Luego, cuando se da la ocasión, se esfuerza por gobernar como sus adversarios para no perturbar el orden económico, para proteger la platería del castillo"
Lo interesante de su análisis es que apuesta por rupturas. Rescata el triunfo electoral del Frente Popular francés en 1936, no por lo que hizo el gobierno, sino porque su victoria liberó un movimiento de revuelta social al dar a los obreros la sensación de que ya no chocarían como antes con el muro de la represión policial y patronal. En suma, apuesta por lo electoral en tanto pueda ser un activador de la protesta social para procesar las necesarias rupturas con el capitalismo. Es un cambio respecto de la tradicional estrategia de las izquierdas, no sólo europeas, ya que el sujeto vuelve a ser la lucha social, la lucha de clases, y ya no los aparatos político-electorales.
Halimi reconoce los riesgos que encierra la crisis actual, o sea, el desborde del capital financiero contra los Estados luego de su ataque frontal a los sectores populares. Su análisis no alcanza, pese a todo lo positivo que incluye, a diseñar una estrategia alternativa a la que hasta ahora fue hegemónica en las izquierdas: tanto las europeas como las de los países periféricos, tanto moderadas como radicales. Muchos de los dilemas que se le plantean al continente que vio nacer el sindicalismo, el socialismo y el comunismo y que parece resignarse más que otros a su desaparición, son en realidad problemas que nos aquejan a todos los anticapitalistas en todas partes del mundo.
Los resumiré en dos aspectos: no tenemos estrategias para vencer al capital, ni electorales ni insurreccionales, y no tenemos siquiera un imaginario alternativo a las urnas o a la toma del palacio. En segundo lugar, no hemos puesto en pie economías autosustentables, capaces de sostener la vida y de entusiasmar a los de abajo a dedicar todas sus energías a esas tareas. En suma, si llegamos a triunfar contra el capital, no sabemos con qué sustituir el capitalismo, salvo empeñarnos en repetir aquel socialismo de Estado (que en realidad era un capitalismo de Estado autoritario) que fracasó a finales de la década de 1980.
No es dramático carecer de estrategias, por lo menos durante un tiempo. Lo terrible sería creer que sabemos hacia dónde vamos y con qué pretendemos sustituir un sistema que agoniza. La crisis en curso, que apunta a la desarticulación geopolítica del mundo conocido, dividido en centro, semiperiferia y periferia, y a la parálisis de la acumulación de capital (o sea a la guerra de conquista como manifestación extrema de la acumulación por desposesión), implica que las fuerzas antisistémicas ya no podrán seguir operando en los escenarios conocidos.
Socialdemocracia, socialismo, comunismo y movimiento sindical están paralizados porque el mundo en el que nacieron y crecieron está desapareciendo rápidamente. Aun eso que llamamosmovimientos sociales está en crisis, porque ya no pueden seguir actuando del mismo modo. Ya se habla de crisis de la democracia, de golpes de Estado, adivinando que aquel mundo que dio a luz las ideas y prácticas emancipatorias está en bancarrota. Eso es la crisis del capitalismo o el fin del sistema-mundo capitalista.
Cuando las izquierdas dicen que el capitalismo está en crisis, apenas se asoman a una media verdad. Si aceptamos que estamos ante la crisis del sistema-mundo, debemos comprender que nosotros somos parte de esa crisis, porque nuestros movimientos nacieron en ese sistema y están llamados a desaparecer con él. Por eso se trata de construir otra cosa, de imaginar otras estrategias para cambiarnos en el mundo, porque no sólo se trata de cambiar el mundo, como si fuera algo externo a nosotros.
Faltan dos cuestiones. La primera es comprender que hace falta mucha más crisis para que algo pueda cambiar. Hace falta que el sistema se desmorone, y debemos trabajar para que eso suceda. Cuando algo se derrumba es evidente que nosotros caemos, y ese es un riesgo que no podemos eludir, porque sería vanidoso pretender que podemos salvarnos por el solo hecho de creernos revolucionarios, y porque resulta éticamente inaceptable ocultar ese riesgo a los seres humanos con los que convivimos y con quienes militamos.
Hay habilidades para reducir el impacto de un derrumbe siendo parte de lo que se autodestruye. Pero es bueno saber que la lógica de un derrumbe consiste en que no se puede controlar el proceso entero, porque las cosas en la vida real no funcionan como esas demoliciones programadas que nos muestra la televisión. En esta caída sistémica hay un impulso interior autodestructivo incontrolado (léase sistema financiero o guerra nuclear). En ese escenario debemos reconstruir algo que no sea capitalismo.
La segunda cuestión es que hay que hacer no capitalismo aquí y ahora, porque lo que venga luego del derrumbe no se puede improvisar. Sólo los pueblos indígenas y campesinos, los afrodescendientes y sectores populares urbanos de nuestro continente tienen experiencia en vivir de este modo. Sus saberes serán imprescindibles para sobrevivir en las caídas y para hacer un mundo mejor. Pero, claro está, nada de eso es útil para ganar elecciones. La lógica del mal menor también está en crisis,  escribe Halimi. Además critica a la izquierda radical, que sueña con aislarse en una contrasociedad aislada de las impurezas del mundo y poblada de seres excepcionales.

Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2011/11/18/index.php?section=opinion&article=024a1pol

Discurso de Danny Glover. 15 de octubre.


REBELION. 4 de octubre de2011



04-12-2011

Crónica de la Cumbre fundacional de la CELAC
Reivindicaremos más de dos siglos de lucha y esperanzas dijo Raúl Castro

Juventud Rebelde


Lamento que no sea Fidel el que ocupe hoy mi lugar: es él quien se lo merece, manifestó el General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros este viernes, en breves declaraciones a la prensa a su llegada al aeropuerto internacional Simón Bolívar de Maiquetía, en la hermana República Bolivariana de Venezuela, adonde arribó para participar en la Cumbre fundacional de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
«Por primera vez en la historia vamos a tener una organización de Nuestra América. Se puede considerar, si funciona y tiene éxito, que será el acontecimiento más grande en los 200 años de semindependencia de América Latina y el Caribe», dijo, al tiempo que aseguró sentirse lleno de satisfacción y alegría por volver a Venezuela.
Justo a las siete de la mañana de este 2 de diciembre, partió la aeronave cubana desde el aeropuerto internacional José Martí en La Habana, en un vuelo que duró cerca de tres horas. A su llegada a la Patria de Bolívar, Raúl fue recibido por Elías Jaua, vicepresidente ejecutivo de ese país, quien lo acompañó hasta el automóvil que lo conduciría hacia Caracas.
La caravana de vehículos inició el trayecto, y a su paso encontró en numerosos puntos de la ciudad el saludo solidario del pueblo de Venezuela que acoge con alegría la llegada de las delegaciones extranjeras. Durante el recorrido pueden apreciarse, además, carteles con imágenes de todos los presidentes de la región, otros que califican a Venezuela como la capital de la solidaridad, o destacan que para nosotros la Patria es América, como dijera el Libertador.
Después de unos 30 minutos de viaje, el General de Ejército y la comitiva que lo acompaña hacen su entrada en el complejo militar Fuerte Tiuna para luego avanzar por el Paseo de los Próceres —engalanado para la ocasión con las banderas de los 33 países de América Latina y el Caribe— hasta el lugar donde se hospeda.
INICIA LA HORA DE NOSOTROS MISMOSCerca de las tres de la tarde inicia la inauguración oficial de la Cumbre en el teatro nacional Teresa Carreño, en el cual una gran imagen de Simón Bolívar custodia el escenario donde estarán ubicados los jefes de Estado o sus representantes.
A la entrada del complejo cultural el canciller Nicolás Maduro da la bienvenida al Presidente cubano, al igual que hace con todos los mandatarios, mientras el cuerpo de cadetes de las Fuerzas Armadas de Venezuela rinde honores.
Al auditórium ha llegado ya el resto de la delegación cubana integrada por el vicepresidente del Consejo de Ministros Ricardo Cabrisas, el canciller Bruno Rodríguez Parrilla, el ministro de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera Rodrigo Malmierca Díaz y nuestro embajador en Venezuela, Rogelio Polanco. Poco a poco se han ido ubicando también los demás miembros de las delegaciones, el cuerpo diplomático de los países miembros de la CELAC, así como autoridades e invitados del gobierno.
Minutos antes de iniciar la ceremonia, el Presidente Hugo Chávez, anfitrión de esta memorable cita, y junto a sus tres hijas, espera en el escenario a sus homólogos para personalmente darles la bienvenida a la Cumbre.
A Cuba le correspondió el quinto turno, y mientras el General de Ejército caminaba hacia el escenario de manos de una pequeña, el aplauso de los presentes parecía no tener fin. Emociona sin límites encontrar en un país hermano, y rodeados de las más diversas personas, tan vibrante acogida a nuestro pueblo. Raúl sonríe y con él los cubanos, en los pocos metros que lo separan del Presidente Chávez se detuvo en varias ocasiones para mostrar su afecto a quienes al verlo pasar lo saludan.
Al estar uno frente al otro sonríen y no falta el acostumbrado saludo militar que caracteriza sus encuentros. Luego toca su turno al abrazo, y en un sencillo gesto de amistad, Raúl levanta el brazo del entrañable amigo mientras el público irrumpe otra vez en aplausos.
Así, poco a poco han subido al plenario los representantes de las 33 naciones y para cada uno de ellos el Presidente venezolano ha tenido un gesto deferente de bienvenida. Cuando todos han sido ubicados en sus asientos, el Coro Nacional Juvenil de Venezuela entona las notas del Himno Nacional Gloria al bravo pueblo para dejar oficialmente inaugurada la III Cumbre de América Latina y el Caribe.
Las palabras iniciales estuvieron a cargo del Presidente mexicano Felipe Calderón, quien destacó la importancia de este encuentro pues constituye un espacio para trabajar a favor de la unidad y la prosperidad de la región que tendrá como base su integración política y económica.
Aspiramos —dijo— a que este organismo se convierta en el eje de la unión que necesitamos todos los habitantes de la región.
«Esta es la hora y el momento de América Latina, por eso debemos apresurar el paso para la integración», puntualizó durante su discurso en el cual retomó constantemente frases de Simón Bolívar y José Martí.
Al concluir sus palabras, Chávez se acerca al podio para iniciar su discurso, antes de llegar a él bromea con los presidentes Correa y Raúl. Luego agradece a Felipe Calderón e inicia un improvisado, emotivo y profundo discurso en el cual tiene momentos de homenaje para todos.
Entre ellos tampoco faltó el saludo al querido Fidel, mientras los presentes comienzan a corear una y otra vez el nombre del líder de la Revolución Cubana. Chávez recuerda además, que un día como hoy (2 de diciembre), hace 55 años, desembarcó un grupo loco de amor por allá por una costa. Se refiere al desembarco del yate Granma y añade: «Saludamos a la tripulación del Granma y especialmente a uno de ellos, a Raúl Castro, aquí presente».
Y así, por espacio de más de una hora, el Presidente venezolano repasa diferentes momentos de la historia de nuestros pueblos, mientras hace constante alusión a frases del Libertador Simón Bolívar.
Solo la unidad nos hará libres, entre nosotros no habrá más guerras, sino más integración, paz y unidad, enfatizó. Y para ello necesitamos, en primer lugar, hacer un esfuerzo nosotros mismos, que estamos al frente de los Estados, para incrementar la conciencia y darnos cuenta de que este es el único camino que les queda a nuestros pueblos.
A continuación, los mandatarios pasaron a sus respectivos asientos en el plenario, donde un grupo de niños y jóvenes les entregaron un libro referente al Congreso Anfictiónico de Panamá. Posteriormente se proyectó un video sobre la integración latinoamericana y caribeña y la importancia de la creación de la CELAC. Acto seguidon la Orquesta Sinfónica Juvenil del maestro Gustavo Dudamel emocionó a los presentes con sus interpretaciones.
Ya avanzada la tarde, las delegaciones oficiales se trasladaron hacia Fuerte Tiuna, lugar donde tuvo lugar la primera reunión de esta III Cumbre. En sus intervenciones, los mandatarios coincidieron en la necesidad de que lo dicho en este escenario no sean meras palabras, pues ahora más que nunca están dadas las condiciones en Nuestra América para consolidar el sueño de integración de Bolívar.
Al hacer uso de la palabra, el General de Ejército destacó la trascendencia histórica de este acto fundacional, caracterizando a la CELAC como nuestra obra más preciada, pues nace como instrumento político para aunar las voluntades de nuestros pueblos en nombre su unidad y soberanía.
Igualmente, Raúl destacó una vez más, al igual que en la Cumbre del 2010 celebrada en Cancún, la responsabilidad histórica y ética que tienen las naciones latinoamericanas y caribeñas de realizar aportes sustantivos para la reconstrucción y el desarrollo de la República de Haití. Y ratificó que Cuba estará allí mientras la hermana nación lo necesite y quiera.
Y así, con palabras sencillas, pero muy profundas, la delegación cubana reiteró su compromiso con la unidad, el respeto a la diversidad de nuestros pueblos y su disposición a ofrecer siempre por las naciones hermanas no solo aquellos recursos que le sobren, sino también aquellos de los que en ocasiones carecemos. En estos principios se sustentan también las bases de nuestras aspiraciones integracionistas.
Jamás el sueño de Bolívar y José Martí había estado tan presente como ahora. Esperemos pues que la intensa jornada de trabajo que caracterizó a la primera sesión de esta Cumbre de América Latina y el Caribe sea apenas el primer paso de un gran futuro de unidad para Nuestra América.
Fuente: http://www.juventudrebelde.cu/cuba/2011-12-03/reivindicaremos-mas-de-dos-siglos-de-lucha-y-esperanzas/
rCR

EL REGRESO DEL PASADO. Arnaldo Cordova. La Jornada 4 de diciembre de 2011


El regreso del pasado
Arnaldo Córdova
E
l acto partidista en el que Enrique Peña Nieto registró su precandidatura rumbo a la elección presidencial del próximo año sugirió a la gran mayoría de quienes hicieron la crónica del evento la imagen del regreso del viejo dinosaurio priísta, con sus aditamentos infaltables como el acarreo (se pudieron distinguir, en particular, los contingentes mexiquenses y veracruzanos), las tortas, los refrescos y las matracas. Al día siguiente, el propio Peña Nieto quiso aclarar que todo ello era falso y que las viejas prácticas de su partido no se dieron. Acusó a la oposición de estar, con eso mismo, cuestionando la democracia de México.
Al futuro candidato priísta no se le dan las luces. Para él, a lo que parece, la democracia se da, justamente, con el acarreo y el reparto de tortas; por lo demás, resulta curioso que hable deoposición para referirse a sus contrincantes, seguramente pensando en que ya tiene el poder en la mano o que, en todo caso, él forma parte del poder real y los otros están fuera. El dice que la actitud de esa oposición no le extraña. A “la oposición –dijo– le ha dado por hablar, señalar y criticar mucho últimamente al PRI, seguramente porque algo ha de preocuparles [sic]” (Reforma,29.11.2011).
La vuelta al pasado a los priístas se les da como fruto de su formación política y de su horizonte ideológico. El acarreo de mexiquenses y veracruzanos no pudo ocultar que esa vuelta al pasado, por más que ellos se esfuercen, tendrá que ser otra cosa, inédita para ellos porque, pese a que es su tendencia natural, ya no tienen la fuerza de otros días. Fue claro que los sectores, cuyas masas enmarcaban antes el lanzamiento de sus candidatos presidenciales, ahora estuvieron ausentes y sólo algunos de sus líderes se hicieron presentes en la verbena. Eso hace más vistoso todavía el acarreo.
Ya veremos cómo en el futuro la historia tenderá a repetirse hasta el final. Sólo veremos acarreos y menguados sustitutos de las viejas movilizaciones corporativistas. Tal vez Peña Nieto es consciente de eso. Y por ello su afán de presentarse como un prospecto de nuevo cuño, cosa que le falla continuamente porque, por su modo de pujar en la contienda por el poder, se revela siempre como el priísta tradicional que es y que no puede ser de otra forma. Unaoposición unificada lo aterroriza, de ahí su afán por imponer coaliciones con las que los priístas se sienten inconformes.
El discurso de Peña Nieto en el acto fue típico de él, emblemático. Totalmente vacío de contenido, acartonado y de muy pobre oratoria. En las seis cuartillas que leyó no enunció ni una sola idea programática (se remitió a un documento que anteriormente había presentado a la Fundación Colosio) ni tampoco una definición clara de lo que será su campaña. Abundante, desde luego, en consignas partidistas (“… el mejor partido de México: el Partido Revolucionario Institucional”; “… el PRI está más vivo que nunca”; el PRI es un partido plural y diversohoy el PRI es un partido que participa en democracia de forma responsablesomos un partido preparado para competir y ganar en la democracia, y así por el estilo).
Enunció, eso sí, tres compromisos que no son otra cosa que fórmulas vacuas y melladas. Primero cuidaré en todo momento la unidad de nuestro partidomi segundo compromiso es privilegiar las ideas, propuestas y compromisos. No caeremos en las provocaciones de nuestros opositores;mi tercer compromiso es hacer que las causas de México sean las causas del PRI. La unidad del partido se ve como la que se da en torno suyo; saludó la decisión de Beltrones, pero éste no se presentó al acto. Él sólo va a privilegiar las ideas que se acomoden a sus intereses, lo que no es censurable, pero se da en clave antioposicionista. El último es tan vago que casi no tiene sentido.
Peña Nieto apuesta todas sus cartas, al parecer, a una idea que tiene varios componentes: por un lado, parte del hecho de que los gobiernos panistas (nunca hace referencias puntuales, pero está claro que no se refiere a los pasados priístas) han fracasado en toda la línea como opción de gobierno y que ya no tienen nada que ofrecer. Por otro lado, sugiere que a esa opción naufragada debe corresponder otra en el espectro de la política mexicana que no puede ser el extremismo y la demagogia de la izquierda. Queda sólo la opción que representa el PRI. Por supuesto que nunca es autocrítico y no ve defecto alguno en el desempeño de los gobiernos priístas (en este sentido su referente no son los pasados regímenes presidenciales, sino los gobiernos de los estados).
Ello no obstante, el próximo candidato priísta sabe muy bien, aunque nunca lo confiese en público, que su camino hacia la Presidencia de la República está sembrado de peligros que lo podrían llevar a la derrota. Desde luego, tales peligros no pueden provenir del panismo, con el cual él sabe que a final de cuentas se va a entender (eso debe haberlo aprendido de Salinas, que muchos piensan que está detrás de él). Ya hizo decir, si bien lleno de chocarrería, al presidente del PRI, Humberto Moreira, que el verdadero contrincante al que los priístas se van a enfrentar es López Obrador.
Que con los panistas tarde o temprano se van a entender lo demuestra el hecho de que horas después de su registro los diputados priístas anunciaron que en esta misma semana harían todo lo posible por sacar avante la iniciativa de ley sobre las asociaciones público privadas que Calderón presentó el 10 de noviembre de 2009 y que en su momento fue discutida y puesta en entredicho. Se trata de un proyecto panista, pero también de un proyecto que Peña Nieto ha acogido con entusiasmo, como el conducto adecuado para entregar al sector privado el desarrollo de la obra pública, en particular, de la industria petrolera, sobre lo que el priísta ya se ha declarado.
En su reciente libro, México. La gran esperanza, Peña propone la idea de la que ha hecho su emblema y que como subtítulo formula así: Un Estado eficaz para una democracia de resultados. Para él, esa transición que se anunciaba con la llegada de los panistas a Los Pinos ha sido una transición incompleta y, como prueba, ofrece el hecho de que las llamadas reformas estructurales no se han podido realizar por la ineficacia de los gobiernos blanquiazules. No discute para nada el hecho de que en los mismos rubros los últimos tres gobiernos priístas (1982-2000) fueron de fracaso en fracaso y de que, incluso lo que consideraron como grandes expectativas de desarrollo, por ejemplo el Tratado de Libre Comercio, fallaron de igual o peor manera.
El hecho de que Peña Nieto pregone que, gracias al gobierno del PRI, México logró sus grandes transformaciones en el siglo XX y éstas dejaron de darse con los gobiernos panistas y pese a que también repite, una y otra vez, que hay que buscar nuevos métodos y nuevas políticas, al final lo que muestra es una clara tendencia a negar el poco o mucho desarrollo democrático del país. La democracia, para él, es en gran parte responsable de los fracasos de gobierno. Por lo mismo, también, desea un Estado dotado de la capacidad de gobierno, lo que implicará (lo ha dicho muchas veces) acotar y restringir el juego democrático. Eso es una vuelta al pasado, por mucho que la adorne y la reformule.