miércoles, 30 de abril de 2014

LA UNIDAD POPULAR CONTRA LOS GOBIERNOS DE TRAICIÓN NACIONAL

LA UNIDAD POPULAR CONTRA LOS GOBIERNOS DE TRAICIÓN NACIONAL


Han transcurrido 32 años, desde que los neoconservadores en 1982 tomaron por asalto la conducción de la República a manos de Miguel de la Madrid Hurtado y, desde aquel entonces, este país ya no es el mismo. Prometieron hacer de México una nación de primer mundo, con crecimiento económico, desarrollo del campo, con un espectacular auge de la industria nacional que se iba a transformar en el corto plazo en una extraordinaria generación de empleos dignos, mejores salarios y con ello, una mejoría sustantiva en las condiciones de vida de las y los mexicanos.
Sin embargo, desde aquel momento, se abrió un periodo de franca contrarevolución social, laboral, agraria y antinacional, que le fue dando contenido y forma a los gobiernos de traición nacional, que han tenido como su centro político, el aniquilamiento del Pacto Social e la República emanado de la revolución de 1917 y la incorporación de nuestro país a las coordenadas geoeconómicas, políticas y militares de los Estados Unidos de Norteamérica.
Para alcanzar este objetivo, desde hace poco más de tres décadas ­­---entre fraudes electorales, golpes de estado constitucionales y compras de la Presidencia del país---, en esta nación se viene escalando la violencia estructural sobre los pueblos de México en materia social, económica, política, cultural y territorial, por parte de los grandes ricos y pudientes, los gobiernos traidores a la patria (Federal, Estatales y Municipales), las oligarquías partidistas, las grandes televisoras (Televisa y TV Azteca), la alta jerarquía eclesiástica, una élite de generales antipatriotas del Ejército Mexicano y las grandes transnacionales.
Esta gran alianza antinacional, antipopular y neoliberal, ha lanzado una serie de agresiones, que van desde las jurídicas hasta las militares, para despojar y mercantilizar nuestros derechos sociales, nuestros territorios, recursos naturales y nuestros bienes comunes, para transferirlos a manos privadas, tanto del país como del extranjero. Un dramático ejemplo de ello, es la concesión de 54 millones de hectáreas a la minería nacional y extranjera, lo que equivale a entregar una cuarta parte del territorio del país a manos particulares, principalmente del capital canadiense.
No obstante lo anterior, existen otros dramas sociales que se han venido construyendo por la conducción neoliberal en México ---en adecuación con los compromisos internacionales adquiridos desde inicios de los 80’s--- que dan cuenta del daño a la soberanía e integralidad nacional y el drama social que han generado en la mayoría de los mexicanos: 1.- Los y las trabajadoras, han perdido el 80 % de valor de sus salarios; 2.- Hay 102 millones de compatriotas que no tienen ingresos para adquirir la Canasta Básica Constitucional Integral, que les garantice una vida plena; 3.- Existen 9 millones de jóvenes con formación técnica o universitaria, sin opciones de trabajo y estudio; 4.- Hay cerca de 30 millones de mexicanos en la economía informal; 5.- Los salarios mínimos sólo han crecido en promedio el 3%, en comparación con las alzas a la gasolina, gas doméstico, luz, alimentos y el transporte público, que alcanzaron en entre un 15 y 30 %; 6.- Se han perdido cerca de 5 millones de empleos en la agricultura familiar; 7.- Alrededor de 6 millones de mujeres y hombres del campo, han sido desplazados vía la migración interna y hacia E.U.; 8.- El PIB agropecuario cayó dramáticamente del 5% al 1.5%.; 9.- Nuestro país se ha convertido en el 3er. importador mundial de alimentos; 10.- El mercado agropecuario mexicano lo controlan 30 transnacionales; 11.- Sólo el 10% de los agricultores del país son exitosos; 12.- El crédito del sector agropecuario se ha desplomado y se concentra en grandes empresas; 13.- La tasa de interés que pagan los productores mexicanos es de alrededor de 200% más que lo que pagan los rancheros norteamericanos; 14.- El Departamento de Agricultura Norteamericano tiene proyecciones para apoderarse en el 2015 de los mercados de granos, oleaginosas y cárnicos del país; 15.- Se ha dado un despojo acelerado de las tierras y el patrimonio campesino, especialmente de los pueblos indios en aras de un supuesto progreso energético, turístico, mineral o urbano; 16.- Más del 80% de los habitantes del campo viven en condiciones de pobreza y; 17.- El rostro del campo es de devastación, se ha acentuado la precarización laboral, la degradación ambiental, el deterioro de la cohesión social y ha aumentado la violencia.    
Habrá que decirlo con claridad, este modelo de país que nos han venido imponiendo, fue diseñado y se ha venido ejecutando para destruir: a) el tejido comunitario de los pueblos, junto a sus riquezas genéticas y naturales; b) el mundo del trabajo y sus organizaciones sindicales, a quienes se les ha aniquilado su potencial liberador;  c) al mundo rural y campesino, junto a su capacidad de preservar identidad nacional y soberanía alimentaria; d) a las y los jóvenes de nuestro país, a quienes se les niega el derecho y el acceso a la educación y el trabajo, quebrando nuestro potencial de renovación cultural y política y; e) lo más grave y dramático, es el sometimiento de nuestras niñas y niños a brutales procesos de desnutrición, que durante más de tres décadas, se traduce en la muerte de 24 pequeños al día por problemas asociados a la desnutrición y el hambre, drama que es una vergüenza nacional . En síntesis, el conjunto de esta ofensiva se encamina a la anulación, como pueblo y como nación, de nuestras condiciones y posibilidades para el futuro.
Por ello, hombres y mujeres, desde los pueblos de México, desde sus trabajadores, sus campesinos, sus indios, jóvenes, sus intelectuales, artistas y militares patriotas, organizaciones sociales, políticas, religiosas, ambientalistas y defensoras del territorio, es indispensable ir a la confluencia unitaria de todos nosotros, en un espacio en que deberá constituirse la voluntad general de las mexicanas y los mexicanos, para sacar de la conducción de la República a los Gobiernos de Traición Nacional.

¡CONSTRUYAMOS EL FRENTE PATRIÓTICO DEMOCRÁTICO!

¡SOLIDARIDAD CON LA HUELGA DEL STEUS!

México, D.F. a 1 de mayo de 2014

Red de Izquierda Revolucionaria – Movimiento de Liberación Nacional









Twitter: @redir_mln         
FB: Red de Izquierda Revolucionaria – MLN
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Blog: www.redirmln.blogspot.com
Youtube: www.youtube.com/user/redirmln

viernes, 25 de abril de 2014

Cadena humana por la Comunicación democrática

Cadena humana por la Comunicación democrática

TALLER MARCO JURIDICO PARA EL LIDERAZGO Y LA ORGANIZACION POLÍTICA 8 Y 9 DE MAYO 2014, MONTERREY 50, MÉXICO, D. F.



El Partido de la Revolución Democrática mediante la
Secretaria Nacional de Equidad y Género

CONVOCA AL CURSO
Marco jurídico para el liderazgo y la organización
política de las mujeres de izquierda
Cd de México, 8 y 9 de mayo de 2014

Objetivo: Facilitar el liderazgo y la organización política de las mujeres de izquierda, brindando elementos para la compresión y aplicación del marco jurídico que rige la participación política en el Partido de la Revolución Democrática, analizando las reformas realizadas por el XIV Congreso Nacional.
Temas: Estatuto, Reglamento General de Elecciones, Convocatoria al proceso interno de renovación de órganos de dirección, Reglamento de Afiliación. Reglamento para la Organización Nacional de las Mujeres del PRD y la forma en la que se engarza con los procesos de organización en curso. 
Bases:
a)                 Podrán participar mujeres de izquierda de manera presencial o vía internet
b)                El curso tiene un cupo máximo presencial de 80 personas. Vía internet se transmitirá en la página oficial del partido en señal abierta.
c)                 El curso se realizará en la Ciudad de México, los días 8 y 9 de mayo, de las            10 a 14 horas y de 15:30 a 18:30 horas.
d)                El taller será impartido por compañeras y compañeros integrantes de la      Secretaría de Acción Electoral, de la Comisión Electoral, de la Comisión                 Nacional de Garantías, la Comisión de Afiliación y de la Secretaria de Equidad de Género.






e)                 Las asistentes inscritas en tiempo y forma, tienen derecho a la alimentación           de medio día.
f)                  Los materiales de apoyo se proporcionarán vía correo electrónico.
g)                 Tendrán derecho a reconocimiento quienes asistan a las cuatro sesiones      completas de trabajo. La puntualidad es importante.
h)                La ficha de inscripción al curso, en la modalidad presencial, debe enviarse a           más tardar el miércoles 30 de abril al correo:  patriaparatodasytodos@gmail.com
i)                   Esta secretaria divulgará las listas de las inscritas el martes 6 de mayo sitio
           de la Secretaría Nacional de Equidad de Género al cual se ingresa entrando a
           la página del PRD:  www.prd.org.mx, y la ceja “sitios web del    PRD”;  el FB, y           la Red de Mujeres Perredistas.
j)                   Se anexa la ficha de inscripción.

Para cualquier duda o aclaración, favor de comunicarse a los teléfonos de la Secretaria Nacional de Equidad y Género (55) 1085 8106 y 07

México, D.F. 23 de abril de 2014
¡Democracia ya, Patria para Todas y Todos!
Sororalmente

Mónica Soto Elízaga
Secretaria Nacional de Equidad y Género del PRD





jueves, 24 de abril de 2014

CARTA PARA EXIGIR LA LIBERACION INMEDIATA DE LOS 6 INTEGRANTES DE COCOPO DGO.

Carta para exigir la liberación inmediata de los 6 integrantes de COCOPO-MLN injustamente detenidos el 23 de abril de 2014, en Durango, Dgo.

Ciudad de México, 23 de abril de 2014

 C. Enrique Peña Nieto
Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos

C. Miguel Ángel Osorio Chong
Secretario de Gobernación

C. Jorge Herrera Caldera,
Gobernador Constitucional del Estado de Durango.
Este 23 de abril por la tarde fueron detenidos en la ciudad de Durango, Dgo., los ciudadanos José Hilario Roman Gonzalez, Verónica Del Rosario Villarreal Moreno y Nobel Galvan Hernandezdirigentes de la organización Consejo Coordinador Obrero Popular - Movimiento de Liberación Nacional (COCOPO-MLN) e integrantes del Frente Nacional de Movimiento Urbano Popular por elementos de la Agencia Estatal de Investigación y trasladados de manera inmediata al CERESO de esa ciudad por un aparatoso operativo de la Marina Armada de México. Al enterarse de las detenciones cientos de ciudadanos integrantes de COCOPO se manifestaron en la Fiscalía Estatal y fueron intimidados, golpeados por policías estatales, resultando detenidos Javier Romero Gallardo, Jorge Zuñiga Villasana y Fanny Araceli Romero.
La organización COCOPO-MLN sostiene una lucha desde hace 19 años en defensa de los derechos humanos y sociales de las y los ciudadanos del estado de Durango. Su compromiso social se ha expresado en la solidaridad con distintas causas sociales, el apoyo y acompañamiento a víctimas de la violencia y la participación en la Caravana al Norte del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad en junio de 2011 y en el proceso del Tribunal Permanente de los Pueblos Capítulo México. Sin embargo, su compromiso en defensa de la justicia y los derechos sociales se ha visto de modo permanente asediado por grupos criminales, empresas fraudulentas y políticos corruptos que en más de una ocasión han tratado de responder con la cerrazón y la violencia a las demandas de COCOPO.
Hoy en día el derecho a la vivienda en el estado de Durango no está garantizado para los sectores populares, por lo que COCOPO de la mano de amplios sectores de ciudadanos ha organizado para buscar que el gobierno estatal garantice este derecho fundamental a la población. Su lucha se ha dado siempre en el marco de los derechos constitucionales y las libertades democráticas. El  pasado 12 de abril la organización signó un acuerdo con el gobierno del estado para la reubicación de habitantes de una colonia popular. Sin embargo, con las detenciones del día de hoy el gobierno del estado rompe violenta y unilateralmente el acuerdo y amenaza el respeto del Estado de Derecho.
Los abajo firmantes indignados por la actuación del gobierno de estado de Durango exigimos la inmediata e incondicional libertad de José Hilario, Verónica Del Rosario, Nobel Galván, Javier, Jorge y Fanny Araceli. Repudiamos la violencia y negativa del gobernador Jorge Herrera Caldera a atender un justo reclamo ciudadano. Condenamos la criminalización de la defensa de los derechos sociales y el uso de elementos de la Marina en tareas policías que violentan las libertades democráticas. Nos consterna el ambiente autoritario que se extiende sobre todo el territorio nacional, en el que la violencia contra los integrantes de COCOPO no se puede disociar de la intentona por restringir la libertad de expresión y el acceso a la información a través de la nueva iniciativa de ley ni de las reiteradas muestras de violencia de los cuerpos policiaco militares contra quienes defienden sus derechos y a la patria, por ello urgimos a la ciudadanía en general a cerrarle el paso al autoritarismo de Estado a través de la indignación y movilización civil y pacífica.

c.c.p. Oficia del Alto Comisionado para los Derechos Humanos México
c.c.p. Comisión Nacional de Derechos Humanos


Atentamente,
A título personal: Javier Sicilia, Alicia Castellanos, Gilberto López y Rivas, J. Jesús María Serna Moreno, Víctor Quintana, Alejandro Valle Baeza, Dolores González, José Luis Figueroa Rangel, Ricardo Monreal, Víctor García Zapata, Octavio Rosas Landa, Andrés Barreda, Carlos Marentes, Juan José Ortega Madrigal, Humberto Montes de Oca, Catalina Eibenschutz, Miriam Boyer, Felipe I. Echenique March, Valeria Hamel, Juan José Dávalos, Elena Kahn, Sandra Ley, Ochoa, José Gabriel Ávila-Rivera, Benito Mirón, Leticia BurgosMarta Sánchez Soler, Andrés Ruiz Furlong, José Luis Alonso VargasMaría de la Luz Agilar Terrés, Guillermo Antonio Pérez GarcíaDora A. TreviñoLuz María Montoya Pérez, Goretti De la Vega, Violeta Pacheco, Antonio Alvarado, Alejandro Castillo Morga, Eleazar Castro GaxiolaAntonio GritónBeatriz Durán, Adoración Martínez RoblesFelipe de Jesús Cervantes PérezMarísoa Esmeralda Vázquez OsornoAndrés Peñaloza, Gilberto Parra RodríguezJesús González Solís,Malena Durán, Eloy Meza Fuentes, María de Lourdes Rodríguez, Martha Herrera de Hoelscher, Juan Ignacio Suarez Huape, Enrique Semo, Carlos Gomez,Fernando Ruiz, Oscar Barrera Sánchez, María Soledad Cervantes Ramírez,Marcelino Rodarte Hernández, Simón Pablo Sandoval Rubio, Alfonso Díaz Rey, Estefanía Sánchez Navarro, Juan Gerardo Domínguez Carrasco
A título personal de otros países: François Houtart (Profesor emérito de la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica), Aldo Casas (Antropólogo, revista de crítica y debate Herramienta), Giuseppe De Marzo (Coordinador nacional campana Miseria Ladra, en contra de la pobreza y las mafias para la justicia social, ass. Libera y ass. Gruppo Abele), Martha Linares (Presidenta - Federación Universitaria de Buenos Aires, Argentina), Ricardo Jiménez A. (LA JUNTA de Perú), Nicolás Alejandro Pellegrino (Argentina).
Organizaciones Nacionales: Unidad Patriótica por el Rescate de la Nación (UPRN), Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), Frente Nacional del Movimiento Urbano Popular (FNAMUP), Movimiento de Liberación Nacional (MLN), Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), Asamblea Nacional de Afectados Ambientales (ANAA), Jóvenes Ante la Emergencia Nacional (JEN), Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD), Iglesias por la Paz, Centro nacional de Ayuda a las Misiones Indígenas A.C. (CENAMI), Movimiento Migrante Mesoameriano, Comité 68 Pro Libertades Democráticas, Consejo Indígena Campesino de Liberación Nacional (CIC-LN), Unión Nacional de Técnicos Profesionistas y Petroleros (UNTYPP), Unión Popular de Vendedores Ambulantes 28 de octubre, ONPP-PRP, Fraternidad para el Desarrollo Social A. C., Bia´lii, Asesoría e Investigación, A.C., Guerreros Verdes A.C., Federación Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (FIOAC-CNPA-MLN), Colectivo Libre INternet Para Todos, Sociedad Cooperativa de Asesores para el Avance Social (SCAAS)
Organizaciones Locales: Chiapas: Organización Campesina Emiliano Zapata (OCEZ- CNPA- MLN), Organización Proletaria Emiliano Zapata (OPEZ-MLN), Maderas del Pueblo del Sureste, A.C., FNAMUP-CHIAPAS: Organización Popular Emiliano Zapata-Histórica-BFP. Chihuahua: Iskra Casa de la Cultura, JEN-Chihuahua. Coahuila: Concejo Indígena Campesino de Liberación Nacional Coahuila, Consejo Central de Lucha Magisterial-CNTE, Consejo Coordinador Obrero Popular (COCOPO-MLN), FNAMUP-COMARCA LAGUNERA. Distrito Federal: JEN DF, FNAMUP-DF: Colectivo de Grupos de la Asamblea de Barrios de la Ciudad de México, Organización Nacional del Poder Popular-PRP, Unión de Vecinos de la Colonia Guerrero y Unión Estrella AC, Coordinadora Metropolitana de Movimientos Populares, Frente de Organizaciones oir ka Vivienda Popular, Frente en Defensa del Parque Reforma Social, Lomas del Chamizal A.C.,Ediciones del Poder Popular, Epicentro Cultural Manuelita Saenz. Durango:Complejo Educativo COCOPO, Consejo Coordinador Obrero y Popular Cerro de Mercado COCOPO- MLN, Consejo Central de Lucha Magisterial-CNTE, JEN –Durango, #YoSoy132 Durango, Concejo Indígena Campesino de Liberación Nacional-Durango. Estado de México: Comité de Defensa de Colonos CODECO-MLN, FNAMUP- ESTADO DE MÉXICO: Organización Nacional del Poder Popular- PRP, Consejo Popular Magonista- Bloque de Fuerzas Proletarias. Guanajuato:Frente Regional Ciudadano en Defensa de la Sobaranía (Salamanca, Gto.),Guerrero: Movimiento del Poder Popular de la Montaña-MLN Guerrero. Hidalgo:Federación Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (FIOAC-CNPA-MLN) y Jóvenes Hidalguenses. Jalisco: JEN-Jalisco, Centro Jalisciense del Adulto Mayor y el Migrante. Michoacán: Sección XVIII CNTE-SNTE, MLN- Michoacán, Coordinadora Michoacana de Afectados Ambientales (CMAA), JEN-Michoacán,  FNAMUP- MICHOACAN: Trabajando por un Patrimonio Digno Campestre A.C., Organización Campesina Vicente Guerrero de Michoacán,Morelos: JEN-Morelos, Red por la Paz y la Justicia. Oaxaca: Organización Obrero Campesina Emiliano Zapata (OOCEZ-MLN), Maderas del Pueblo del Sureste, A.C., Centro de Estudios de la Región Cuicateca (CEREC-Oaxaca), Unión Cívica Democrática de Barrios Colonias y Comunidades (UCIDEBACC-Oaxaca). Puebla: FNAMUP-PUEBLA: Unión Popular de Vendedores Ambulantes- 28 de Octubre. Querétaro: Movimiento por una Patria Nueva-Querétaro, JEN Querétaro. San Luis Potosí: CNTE – SLP, JEN SLP,  Frente Nacional para el Desarrollo Emiliano Zapata-SLP, Grupo Plural-SLP, Nación Tenek, Nación Xi-Iuy, MLN-SLP. Sinaloa: FNAMUP SinaloaSonora: FNAMUPSonora. Tlaxcala: Centro Fray Julián Garcés derechos Humanos y Desarrollo Local A.C. Veracruz: Asociación de Productores Ecológicos Tatexco (APETAC), Coordinadora Pueblos en Defensa del Río Atoyac, Unión Campesina Indígena Popular Cuauhtémoc A.C. Zacatecas: Frente Social por la Soberanía del Pueblo (FSSP),  Sección 34 SNTE-CNTE,
Organizaciones de otros países: Movimento DosTrabalhadores Rurais Sem Terra- Brasil (MST), La Vía Campesina Región Norteamérica, Frente Popular Dario Santillan-Corriente Nacional, Argentina, Marea Popular Movimiento por el Cambio Social - ArgentinaBrigada Eva Perón de solidaridad con el pueblo de Venezuela (FPDS.CN), Asociación Nacional de Medios Comunitarios de Venezuela (Anmcla), Building Bridges Human Rights – Vancouver, Coast Salish Territory - Canadá,

PROTESTA-MITIN EN GOBERNACION 4P.M. 24 DE ABRIL 2014

domingo, 13 de abril de 2014

Entrevista a dirigentes locales de la Redirmln. 6 de abril de 2014

20140405 ENCUENTRO TALLER 6 DE ABRIL 14 REDIRM ML 1

El MAS, sus fortalezas, sus límites y sus desafíos Hugo Moldiz Mercado. Rebelión. Lectura

Portada :: Bolivia
Aumentar tamaño del texto Disminuir tamaño del texto Partir el texto en columnas Ver como pdf14-04-2013

El MAS, sus fortalezas, sus límites y sus desafíos



El MAS ha celebrado este marzo sus 18 años de vida. En casi dos décadas, que no son nada frente a la naturaleza de lo que se quiere conquistar –la emancipación-, ésta organización política ya hizo historia. Cambio Bolivia. Sin embargo, tiene que corregir errores, hacer ajustes que después de todos estos años son necesarios y sobre todo ponerse a tono con el vertiginoso ritmo de su líder.
El Movimiento Al Socialismo (MAS) es la organización política que, superando al MNR –partido que lideró una revolución nacional en 1952-, hizo un cambio radical de época en Bolivia. Sin embargo, a 18 años de su fundación lo que ha conquistado es todavía poco frente al enorme desafío –como ha señalado el presidente Evo Morales el 28 de marzo en Santa Cruz-, de conquistar la definitiva independencia y soberanía plurinacional.
La historia hay que verla con ojos grandes. Hay que evitar tener una visión cortoplacista y extremadamente determinada por las alegrías y las desesperanzas de toda coyuntura, para más bien apreciar lo que se está haciendo y las tareas pendientes desde una perspectiva más larga. Al MAS, por tanto, hay que analizarlo en sus orígenes, en el contexto nacional e internacional que nació, pero también en el cuadro de relación de fuerzas vigente en Bolivia y América Latina.
La idea de su nacimiento se fue asentando en las organizaciones campesinas –CSUTCB y Bartolina Sissa- y las ahora llamadas Comunidades Interculturales a fines de la década de los 80, y de no haber sido la maniobra del desaparecido Movimiento Bolivia Libre (MBL), que capturó la organización campesina, el Instrumento Político habría ingresado a la escena política en 1992, al recordarse los 500 años de invasión europea.
Lo hizo finalmente en 1995 en Santa Cruz, en medio de 10 años de dura hegemonía de los partidos neoliberales en el Estado y las ciudades, de una clase obrera golpeada y en proceso de desestructuración ideológica y orgánica, así como de una izquierda tradicional minoritaria y testimonial. Nada era fácil para las ideas emancipadoras, abandonadas y ridiculizadas por el grueso de la intelectualidad progresista que se pasó al gonismo .
Los pequeños focos de resistencia política se dieron desde los intentos del Ejército Guerrillero Tupac Katari (EGTK) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) de prender la lucha armada, hasta participaciones electorales de una vieja izquierda que no encontraba el camino para levantarse de dos derrotas seguidas: el fracaso de la UDP y la caída del socialismo en Europa del Este.
Como el Estado y el campo político es una relación social, el neoliberalismo de la mano de los partidos de derecha, al que vergonzosamente se sumó el Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MIR), no encontró mayor obstáculo para desnacionalizar los recursos naturales, desmontar las empresas estatales, flexibilizar el trabajo, intentar subsumir de manera distinta a las comunidades campesinas, entregar el país al control político de los Estados Unidos y reforzar la colonialidad del poder.
Pero de la oscuridad surgió la luz. El movimiento indígena originario campesino fue avanzando a pasos acelerados en la construcción de su Instrumento Político, cuyo concepto partía de trascender, sin negar, la forma partido de organización, propia de la sociedad moderna, e incorporar como formas predominantes las lógicas comunitarias y de movimiento. A ese esfuerzo también se adhirieron intelectuales y grupos de militantes de izquierda, de los cuales unos terminaron abandonando sus filas por el prejuicio colonial de no aceptar la dirección indígena campesina, por la penetración de ciertas ideas políticas neoliberales y por un infantilismo radical que parte de la convicción de que las revoluciones antimperialistas, anticoloniales y socialistas se hacen de la noche a la mañana.
La emergencia del Instrumento Político, que luego adquiriría el nombre de Movimiento Al Socialismo (MAS) se hace, por tanto, a partir de una crítica radical a la modernidad: funde la lucha social y la lucha política, cuestiona la idea de que unos estén llamados a gobernar y otros a obedecer, se propone la recuperación de los recursos naturales, llama a recuperar la soberanía mellada a título de la lucha contra el narcotráfico, convoca a transformar el Estado, afirma que otro camino distinto al desarrollo capitalista es posible y se propone el objetivo de conquistar el poder para el pueblo.
El proceso ininterrumpido de avanzar hacia la materialización de esos y otros objetivos lo hace en paralelo: participa de las elecciones municipales de 1995 y de las siguientes de su misma naturaleza, así como en las elecciones generales de 1997 y 2002 –cuando está a menos de un punto del primero, el MNR- y finalmente en 2005 alcanza el triunfo electoral que jamás candidato y partido alguno lo hicieron en el pasado. Supera la barrera del 54% y en 2009 obtiene una victoria electoral en la primera elección dentro del Estado Plurinacional –que surgió del proceso constituyente- con un poco más del 64%.
Pero tampoco abandona la fuente de su fortaleza: la movilización político-social. Las asambleas en las comunidades y en los barrios se convierten en una escuela de formación política y de conciencia, al menos de manera clara en el período 1995 a 2008, donde la política se hace más allá de los centros institucionalizados del poder. Eso explica sus victorias políticas y militares sobre todos los intentos de la derecha nacional e internacional para terminar con el proceso.
Empero, esta fortaleza es mucho más difusa a partir de 2009 y se muestra más débil ahora. Una parte de la dirigencia y de la base creen haber tomado el cielo por asalto y van ingresando en un camino de particularismos y luchas faccionalistas que golpean la cohesión interna y afectan la imagen externa que se necesita para enfrentar tareas de mayor envergadura.
Es evidente que la forma creada –instrumento político asentado en los movimientos sociales- y los camino elegidos –la participación electoral para transformar el Estado y la democracia desde adentro, pero también la presión social para construir poder desde afuera/adentro-, han sido las correctas para inaugurar un cambio de época. De otra manera no hubiera sido posible disputar y conquistar el poder, para ahora intentar construir otro radicalmente distinto.
Sin embargo, a 7 años de haber tomado el gobierno y empezado a construir un nuevo tipo de Estado, los problemas salen a la superficie: penetración de militantes de los partidos viejos de derecha que en un alto porcentaje no asumen el proyecto emancipador que acompaña al MAS-IPSP desde su fundación, “infiltración” de ideas liberales y capitalistas en un sector de la militancia y la dirigencia, prácticas reñidas con la ética que representa el gigantesco objetivo de construir una sociedad poscapitalista, el retorno a intereses particulares y corporativos que hacen perder el sentido común y universal. Todo ese se traduce en presiones que si bien no cuestionan el proceso, al mismo tiempo impiden su expansión hacia sectores sociales.
Ahora bien, ese protagonismo social hubiera caído al vacío sin el liderazgo de Evo Morales. La inteligencia forjada en años de resistencia al neoliberalismo y a la injerencia imperial, su enorme capacidad de sacrificio para estar –aun antes de ser diputado y luego presidente- en varios lugares en un solo día, su inobjetable ética política y su habilidad en la conducción han sido la garantía de las victorias conquistadas y un factor de extraordinario contrapeso a los problemas que le ocasiona el MAS. Si el MAS no fuera un dolor de cabeza, que a veces lo es, y se reinventara todos los días a la luz del desafío histórico de las fuerzas revolucionarias –emancipar al ser humano y al planeta-, le daría a su líder mayor energía de la que ya tiene. Quizá sea muy difícil seguir el ritmo del jefe del Estado Plurinacional, pero Morales necesita de una mayor consistencia en sus filas para encarar la meta de la independencia y soberanía plenas de Bolivia, así como para aportar en la misma dirección a la América Latina en marcha.
El MAS enfrenta varios problemas. No hay receta para remontar lo mal que se están haciendo algunas cosas y para consolidar lo bueno que se hizo en tan poco tiempo. Bolivia ya no es la misma. Quizá sea interesante recuperar algunas ideas y prácticas que inspiraron su fundación, resignificadas en una coyuntura donde el pueblo no es oposición sino poder, pero también en medio de una contraofensiva imperial que busca sacar tajada tras la muerte del líder latinoamericano Hugo Chávez.
Entonces, varios son los desafíos.
Uno de ellos quizá es volver a ser organización política y no partido en su sentido clásico. Esto quiere decir, articular la forma movimiento con lo mejor de la forma partido. Es asentarse principalmente, aunque no únicamente, sobre la combinación articulada de movimientos sociales que recuperan su mirada universal y una vanguardia –de nuevo tipo- estructurada con los mejores hijos e hijas del pueblo. Estos se forman teóricamente en las escuelas y prácticamente en la lucha social y política.
Otro, es que el bloque indígena campesino originario haga el esfuerzo de incorporar a la clase obrera que se mira como tal y no como lo indígena que también es. Junto a eso, a sectores de clase media –tradicional y nueva- que tienen sus dudas sobre lo que está pasando, pero que tampoco quieren un retorno al pasado.
La cohesión ideológica se presenta como uno de sus mayores problemas y entonces como su mayor desafío. La dirigencia y la militancia deben hacer el esfuerzo de apegarse a la idea de que todo está dicho, para ir construyendo conocimiento todos los días. El Vivir Bien o del Socialismo Comunitario es una construcción cotidiana, en la que lo común es el elemento articulador.
El MAS ya hizo historia, como ha señalado Evo Morales en Santa Cruz. El desafío ahora es que continúe haciendo historia. La lucha por la emancipación no da lugar al descanso.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

¿Brotará socialismo del chavismo?. Katz, Claudio. Lectura

¿Brotará socialismo del chavismo?

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Autor(es): Katz, Claudio

Katz, ClaudioKatz, Claudio. Economista, investigador, profesor. Miembro del EDI (Economistas de Izquierda). Autor de El povenir del socialismo, Herramienta-Imago Mundi, 2004. Su página web es: www.lahaine.org/katz.

 
 
Desde hace varios años Venezuela es el principal laboratorio latinoamericano de transformaciones políticas y sociales. En toda la región se observa con gran expectativa que sucederá con el chavismo sin Chávez. Es indudable que el país ingresará en etapas muy diferentes si el proceso se radicaliza o estanca.
 
Variedad de conspiraciones
 
La derecha intentó desconocer un acto comicial realizado con el “mejor sistema electoral del mundo”. Esta calificación pertenece al ex presidente norteamericano Carter, que ponderó las virtudes del voto electrónico, la fiscalización internacional, el poder electoral independiente y las auditorías incorporadas. Esta transparencia fue confirmada en la reciente elección por comités de expertos y observadores de organismos mundiales. Capriles no aportó ninguna prueba de fraude, exigió verificaciones que ya fueron realizadas y propuso formas de conteos que recrearían las anomalías del viejo sistema manual.
La reducida diferencia a favor de Maduro (50,75 % frente 48,98%) no es tan inusual. Se registró en otras elecciones venezolanas (1968, 1978) y en varias norteamericanas (Kennedy triunfó sobre Nixon por 49.7 % a 49.6 % en 1960). Numerosos comicios recientes (por ejemplos italianos) se han definido por algunos miles de votos.
Lo que no perpetró Maduro fue el fraude realizado por George Bush en el 2000, para apropiarse de la victoria de su rival Gore (48,4 % frente 47,9%), mediante una maniobra del colegio electoral de la Florida. Cuando Chávez perdió por escaso margen en el 2007 reconoció de inmediato la derrota. Maduro había anticipado que con un solo voto de diferencia en su contra entregaba el gobierno y con el mismo margen a su favor asumiría de inmediato. Conocidos los resultados definitivos se limitó a cumplir su promesa.
El intento golpista irrumpió de inmediato con 8 asesinatos, decenas de heridos, incendios en las sedes chavistas y asedios al Poder electoral. Este operativo fascista fue ensayado durante una campaña electoral que incluyó sabotajes de usinas, jaqueos de computadoras, desabastecimiento de alimentos, encarecimiento de productos básicos y gran despegue del dólar paralelo. También ingresaron desde Colombia grupos paramilitares para ultimar militantes del oficialismo.
Capriles intentó crear el escenario de des-gobierno requerido para repetir los derrocamientos de Lugo (Paraguay) y Zelaya (Nicaragua). Contó con el aval de la embajada estadounidense y el sostén de la diplomacia española. Los dos países demoran el reconocimiento del nuevo presidente y fueron instigadores directos del fracasado golpe de Carmona, en abril del 2002.
Pero no resulta fácil repetir esa asonada frente a la gran experiencia de resistencia que acumula el pueblo venezolano. La derecha ha perdido el soporte financiero que les aseguraba el manejo indirecto de la petrolera estatal (PDVSA) y enfrenta el rechazo mayoritario de los gobiernos sudamericanos.
Pero lo más importante fue la contundente reacción de Maduro que denunció el pacto a escondidas propuesto por Capriles. La oposición a ese contubernio fue acompañada de una explícita caracterización de clase de su adversario, como exponente de la burguesía venezolana. Los medios de comunicación presentaron este retrato como un cliché propagandístico, sin advertir que esclarece el contenido social de la disputa en curso.
La derecha se ha envalentonado y unificado en torno a un líder. Apostará al asedio, al desgaste y a la provocación. Incentivará el caos económico, la desestabilización política y la presión armada. Tiene un libreto que habría aplicado con la misma intensidad, si la victoria de Maduro hubiera sido más amplia.
Este boicot empalmará con un metódico trabajo para imponer el llamado a una elección revocatoria dentro tres años. Harán funcionar a pleno los medios de comunicación, para demostrar cuán autoritario es un gobierno que supera todos los récords de elecciones cristalinas. Difundirán las terribles persecuciones que sufren los opositores con mayor libertad de insulto del planeta.
La derecha seguirá tanteando a los militares que se encuentran en la mitad del sándwich creado al interior de las Fuerzas Armadas. La jerarquía y la oficialidad inferior que sostienen al chavismo están cortadas por viejas capas de uniformados, con privilegios y negocios de todo tipo. Ellos conforman el sustento más peligroso de la “boli-burguesía”.
 
Resultados sorpresivos y confirmatarios
 
Maduro consiguió 7.575.506 votos y Capriles 7.302.641. Sufrió una pérdida aproximada de 685.000 sufragios en comparación a los obtenidos por Chávez en octubre pasado, mientras que su contrincante sumó una tanda de 670.000 papeletas. El 50,75% logrado se sitúa lejos de la primera victoria presidencial chavista (56,2%) y también por debajo de la última elección (54,4%).
El retroceso fue impactante porque todos esperaban una holgada diferencia de 8-12 puntos a favor del oficialismo. Estos pronósticos eran compartidos por la derecha y las encuestadoras. Pero si se evalúa lo ocurrido con cierta distancia de esa expectativa, lo llamativo es la vitalidad del chavismo, que ha ganado 17 de las 18 elecciones realizadas en los últimos 14 años. Se ha votado a un ritmo inédito. Con un régimen de concurrencia no obligatorio, la participación en las últimos dos llamados se aproximó al 80% de la ciudadanía.
No hay que perder de vista que se logró una victoria muy especial por la ausencia de Chávez. El fantasma de la derrota padecida por el sandinismo en 1989 quedó despejado. Cualquier político del mundo envidaría al partido que obtiene el triunfo número 17, sin su figura dominante.
Hay dos lecturas posibles de los cómputos finales, dada la leve caída registrada en el número de concurrentes (80 a 78%). La primera destaca que el chavismo no logró arrastrar a las urnas al segmento popular que lo acompañó en octubre pasado, mientras que la derecha sí pudo incrementar su propia afluencia. La mayor abstención porcentual en los barrios humildes corroboraría esta evaluación. La segunda visión atribuye los resultados a un desplazamiento de votos del oficialismo hacia la oposición. En cualquier caso hay un repunte de derecha y una caída del chavismo.
Este viraje indica que se leyó mal las consecuencias electorales del fallecimiento de Chávez. El respaldo emotivo arrollador se daba por descontado, sin que la pérdida del comandante podía provocar también desanimo y desamparo. Aprovechando este clima Capriles recurrió a una increíble usurpación y se presentó como un sustituto confiable del proceso bolivariano.
Pero el simple registro del vaivén electoral (fuerte recuperación en octubre y simétrica caída en abril) no debe oscurecer, la declinación general del voto chavista desde el  2007. Esa caída obedece a causas muy conocidas y detalladamente enunciadas por Maduro en el acto de cierre. Inflación ascendente, estampida del dólar, carencia de los productos no provistos por la red oficial (MERCAL), enriquecimiento de los banqueros y enormes ganancias de los intermediarios importadores.
 La visible corrupción perdura con el amparo de los burócratas que manejan gran parte de la estructura oficialista. El mal endémico de la ineficiencia persiste en todos los niveles de la administración pública y la explosión de delincuencia abruma a la población.
En este escenario de dificultades el chavismo cuenta con un significativo margen para remontar la cuesta, antes de la confrontación que impondría un eventual revocatorio. Mantiene una sólida mayoría en la Asamblea Nacional (95 sobre 165 integrantes) y comanda 20 de las 23 gobernaciones.
El escenario económico no presenta, además, las aristas catastróficas que difunden los economistas neoliberales. Chávez demostró una y otra vez como se pueden recuperar los votos perdidos en este tipo de circunstancias. El punto de partida es revisar los errores sin flagelarse. La necesidad de introducir correcciones es obvia, pero el sentido de estos cambios es mucho más polémico.
 
Dos actitudes, dos perspectivas
 
Radicalizar el camino abierto hace 14 años o contemporizar con la derecha son las dos opciones contrapuestas que enfrenta el chavismo. El mismo dilema afrontaron muchos antecesores latinoamericanos del proceso venezolano. Debieron definir la profundización o disolución de proyectos revolucionarios, nacionalistas, antiimperialistas o reformistas.
Chávez siempre se inclinó por el primer camino, confrontando con los partidarios del status quo. La radicalización permitiría renovar las energías de una transformación que ya agotó su primera etapa. La alternativa conservadora desmoralizaría en cambio a la masa chavista, sin atraer a la derecha.
El primer rumbo exige dialogar con todos sin pactar con la burguesía. El segundo curso conduce a un acuerdo con los enemigos a costa de los propios seguidores. La audacia que demostró la revolución cubana es un antecedente de rupturas que abren horizontes. El vergonzoso final del MNR boliviano o del APRA peruano ilustra, por el contrario, el desmoronamiento que sucede a la capitulación.
Las dos perspectivas estarán en juego en la forma de encarar las asfixias económicas de corto plazo que imponen la inflación, la devaluación y el déficit fiscal. Estas desventuras son consecuencia de un sabotaje capitalista, que multiplica los beneficios de los grupos enriquecidos al amparo del poder. Si no se penaliza a tiempo a esos sectores habrá que recurrir al ajuste antipopular en forma explícita o encubierta.
Hasta ahora se contrarresta el desabastecimiento con mayor provisión de bienes, en el circuito de comercialización oficial. Pero la tolerancia hacia los especuladores termina neutralizando esa compensación. Los nuevos porcentajes de aumento salarial (35-48%) mantienen el poder de compra de los trabajadores, pero no corrigen el círculo vicioso creado por una inflación desbocada y convalidada con alta emisión. No es necesario enfriar la economía, ni retornar al libre mercado para reducir la carestía. Se puede actuar directamente sobre la formación de precios con medidas de control, fiscalización del beneficio y punición impositiva de los acaudalados.
La definición económica central gira en torno al fondo petrolero y la distribución de sus divisas. Durante un largo tiempo se aceptaron mecanismos de intermediación bancaria que engordaron a los financistas, sin reducir la especulación cambiaria. Ahora se ha introducido un sistema de subastas más transparente, pero los grandes capitalistas continúan lucrando con las divisas. Obtienen dólares al precio oficial y los comercializan en el mercado negro. No sólo hay problemas técnicos con la gestión de la subasta. Es indispensable tornar efectivo el monopolio estatal del comercio exterior para ordenar del manejo del excedente comercial.
Las mejoras del ingreso popular son tan evidentes que la propia derecha ya las reconoce como un mérito del chavismo. Eluden explican por qué sus gobiernos nunca ensayaron algo parecido. Fue el desplazamiento de esas administraciones reaccionarias lo que permitió derramar la renta petrolera hacia abajo. Pero es evidente la fragilidad del aumento actual del consumo sin la correspondiente inversión. La ampliación genuina del poder de compra exige avances significativos en la malograda industrialización de una economía rentista.
En el plano político los dilemas igualmente acuciantes. Existe un generalizado cuestionamiento de la corrupción y el castigo de los que acumulan dinero mal habido, definirá si el proceso recupera sustento popular. Maduro anticipó la creación de un cuerpo especial y secreto para destapar malversaciones. Pero una nueva ética de la honestidad exige la intervención directa de los militantes chavistas y una gran sensibilidad oficial para facilitar las denuncias.
La iniciativa de unificar las misiones en un nuevo sistema puede resultar también muy útil, si al mismo tiempo se fortalece la acción por abajo en las comunas y en los sindicatos. El anuncio de ir a las fábricas y a los barrios para construir legitimidad popular abre un camino de rencuentro con los votantes perdidos.
Hay condiciones favorables para introducir estas correcciones en el apasionado clima de Venezuela. Allí no impera la indiferencia, ni el hartazgo con la política que se observa en tantos países. El nuevo piso forjado en la conciencia popular permite encarar por ejemplo las iniciativas humanistas que Maduro sugiere, para lidiar con el complejo problema de la inseguridad. Ha convocado a la reintegración social de “todos los muchachos que dejen las armas” y se opone a la violenta persecución de los marginados, que instrumentaría la derecha.
No es sencillo tampoco radicalizar el proceso, atrayendo al mismo tiempo a gran parte de la clase media que se alinea con la derecha. La receta clásica de los socialdemócratas es el travestismo. Implementar “lo que la gente quiere” luego de haber absorbido los mensajes de los medios de comunicación. Esa adaptación trasformaría al chavismo en otro caso más de domesticación institucional.
Si se quiere evitar este entierro, no queda otra alternativa que perfeccionar la disputa ideológica iniciada hace 14 años. Persuadir y persuadir con nuevos argumentos es el sendero a recorrer. Demostrar como la derecha empuja a la clase media a actuar contra sus propios intereses persiste como el gran desafío del chavismo.
 
Legados y convicciones
 
El proceso bolivariano puede brindar una gran lección a los veteranos de la izquierda latinoamericana que perdieron el espíritu revolucionario. Si se revisan las fallas sin desazón, el lugar vacante que ha dejado Chávez encontrará sustitutos más colectivos.
No hay que olvidar cómo el gestor del cambio actual se sobrepuso a varias experiencias fallidas. Y al igual que Fidel después de Moncada siguió adelante luego del fracaso de su alzamiento inicial. Esa firmeza lo convirtió en un líder de masas al cabo de un breve encarcelamiento. Posteriormente supo afrontar el golpe del 2002 con la misma resolución y entregó sus últimas energías vitales a la batalla contra Capriles. Sin ese coraje Maduro no estaría hoy al frente del gobierno.
Chávez mutó siguiendo los vientos de la acción revolucionaria y por eso sus convicciones nacionalistas evolucionaron hacia la izquierda. Desde 1999 se embarcó en un curso radical que lo distanció de las clases dominantes y lo enlazó con las clases oprimidas.
Las confusas relaciones que estableció al principio con los militares derechistas de Argentina (“carapintadas”), indujeron a muchos analistas a observarlo como un golpista más del pelotón latinoamericano.  El mismo equívoco suscitó su coqueteo inicial con la Clinton y la Tercera Vía del social-liberalismo. Pero su reacción frente a la embestida derechista despejó rápidamente cualquier duda sobre sus preferencias políticas. Optó por una convergencia con la izquierda que fue acelerada en su encuentro con Fidel.
Chávez se nutrió del patriotismo radical que personificaban Torrijos y Velazco Alvarado. Pero alentó una participación popular antiimperialista muy superior a esos antecesores. Contraviniendo la trayectoria dominante del nacionalismo latinoamericano impulsó la movilización social. Propició la creación de 100.000 círculos bolivarianos, la ocupación de PDVSA, la organización de los reservistas y la expansión de los consejos comunales. Esta confianza en el sujeto popular lo distanció del clásico arbitraje de Perón o Vargas. Dejó de lado el bonapartismo militar e introdujo la mayor democratización de la historia venezolana.
Su vaga aceptación juvenil del socialismo desembocó en un proyecto de reformas avanzadas sin el techo tradicional del nacionalismo burgués. Como tenía muy presente la tragedia de Salvador Allende, no se replegó ante las amenazas fascistas. Al contrario, concibió una estrategia de contragolpe frente a la derecha, junto a ensayos de transformación pacífica con resguardo armado. Su obsesión por el triunfo se gestó evaluando las derrotas sufridas por todos  revolucionarios latinoamericanos desde Zapata y Sandino hasta Farabundo Martí.
Esta conducta le permitió a Chávez aguar la fiesta neoliberal, confrontar con el imperialismo y recuperar el proyecto socialista. Incurrió en numerosos errores, como la entrega de dirigentes guerrilleros a Colombia y la reivindicación de varios dictadores del mundo árabe. Pero inauguró el proyecto que ahora pueden culminar sus discípulos, si avanzan hacia la realización del socialismo.
Los dirigentes chavistas consideran que están embarcados en esa construcción y lo demuestran con discursos, proclamas y carteles desplegados por todo el país. Las denominaciones aplicadas a muchos emprendimientos confirman esa expectativa (empresas socialistas, partido socialista, salud socialista). La generalizada utilización de un concepto pos-capitalista es muy familiar al chavismo, que nutre sus filas de militares, intelectuales y activistas formados durante los años 70, bajo el influjo guerrillero y variadas influencias ideológicas comunistas.
Los dogmáticos descalifican este perfil resaltando la distancia que separa a los enunciados socialistas de su concreción. Suponen que ambos parámetros deben marchar al mismo ritmo, sin explicar por qué razón ellos mismos despliegan tanta propaganda marxista sin ningún atisbo de materialización. Proclamar el ideal socialista es un primer mérito, en la medida que define cual es la meta ambicionada y qué distancia habría que recorrer para alcanzarla.
Los sectarios repiten también los sarcasmos cínicos contra el socialismo bolivariano que emiten los críticos derechistas. Nunca se preguntan por qué razón el chavismo rescató el ideal socialista. En el pasado era muy frecuente reivindicar formalmente esa meta, como una cobertura demagógica para cualquier proyecto político. Este disfraz era necesario por el impacto generado por las revoluciones rusa, china, cubana y vietnamita. Todavía subsisten muchos partidos liberales, derechistas e incluso fascistas que preservan su mote socialista inicial. Pero esa moda quedó mayoritariamente sepultada con el desplome de la Unión Soviética.
Ningún movimiento popular reclama hoy a sus dirigentes que adopten definiciones socialistas. Este pronunciamiento no brinda réditos en ningún terreno. El prestigio intelectual y la penetración electoral que suscitaba esa identificación se ha diluido. Sólo cabe por lo tanto una interpretación de las razones que indujeron al chavismo a retomar el socialismo: la convicción. Aunque los descreídos no puedan entenderlo, ese parámetro guía la conducta de los militantes y dirigentes embarcados en la batalla por la emancipación.
 
Aprendizajes e innovaciones
 
Cualquier  luchador latinoamericano sabe que una construcción socialista exige lidiar con dos novedades contemporáneas: la URSS ya no existe y las viejas dictaduras regionales han sido reemplazadas por sistemas constitucionales. El proceso revolucionario debe transitar por senderos más complejos que el pasado. La insurrección, el foco o la guerra popular prolongada ya no aportan respuestas a la forma de actuar en el terreno electoral y al desafío de conseguir aliados externos para resistir el acoso imperial. Frente al nuevo escenario hay que innovar con la misma audacia que en su época tuvieron Lenin, Mao y Fidel.
Los sectarios recluidos en su micro-mundo ni siquiera se plantean estos problemas. No perciben los problemas que emergen de cualquier interacción con la realidad. En octubre pasado se opusieron por igual a Chávez y a Capriles, presentando una candidatura insignificante (Chirino). Esta vez optaron por la abstención, argumentando que Maduro y su reaccionario contrincante “son lo mismo”. Minimizan el peligro golpista porque consideran que el chavismo es tan nefasto para el pueblo como su adversario. Con semejante despiste sus planteos solo aportan una graciosa nota de color al panorama venezolano.
Es importante comprender los nuevos rumbos de la lucha por el socialismo. En el siglo pasado los revolucionarios no enfrentaban la problemática intervención en el sistema electoral burgués. Actuaban en un persistente contexto de guerras y dictaduras, sin necesidad de abordar la disputa por los votos. Las dificultades para trabajar por una construcción socialista en este terreno son muy conocidas por cualquier de militante de izquierda, que haya participado en alguna elección. El régimen constitucional otorga a los dueños del poder económico y mediático privilegios siderales, que son potenciados por el predominio de la ideología convencional.
Los méritos del chavismo en este terreno han sido mayúsculos. Le ganó diecisiete votaciones a las clases dominantes. Pero es ilusorio suponer que esa secuencia se repetirá ad infinitum en una elección tras otra, sin padecer cansancio y desgaste.
 Está probado que el socialismo no podrá emerger de la simple continuidad de secuencias electorales. Los socialdemócratas que alguna vez creyeron en esa posibilidad, ya no destinan ni un minuto a recordar la justificación de esas creencias. Simplemente actúan aceptando las pautas que fijan las clases opresoras. Si se quiere evitar esa degradación hay concebir como se podría integrar el sufragio periódico actual a una futura democracia socialista. Ese tránsito requeriría alguna modalidad de ruptura revolucionaria.
El instrumento potencial de esa transformación es el poder popular que acompaña al chavismo desde su nacimiento. Estos organismos paralelos y articulados al esquema institucional presentan múltiples modalidades de consejos, comunas, círculos, sindicatos y partidos. Hasta ahora no consolidaron una forma definida y tampoco maduraron un desarrollo autónomo, en gran medida por la tutela impuesta desde arriba. La ausencia de Chávez exige ahora potenciar el protagonismo colectivo.
Las carencias del poder popular pueden ser fatales, puesto que allí se concentran los embriones de la construcción socialista. Ese poder es el gran resguardo de continuidad del proyecto revolucionario, frente a los imprevisibles vaivenes de la disputa electoral. Por esta razón cuando se cierra un acto comicial no sólo hay que contar los votos obtenidos. Se necesita saber cuánto se avanzó en la organización de la estructura popular.
Chávez siempre supo cuán necesario es prepararse para confrontar con clases dominantes decididas a defender sus privilegios por medio de la fuerza. No alcanza con impedir la designación de un Pinochet al frente del ejército para impedir el drama sufrido en Chile en 1973. Las estructuras populares defensivas son indispensables para condicionar el comportamiento de las fuerzas armadas en situaciones críticas. La conducta de esa institución en gran medida depende de la capacidad popular para actuar en forma directa y organizada contra los fascistas.
 El sorprendente devenir de la historia ha reintroducido la batalla por el socialismo en un país petrolero. Este escenario era inimaginable para los marxistas del siglo XX, que  se acostumbraron a localizar los procesos revolucionarios en países carentes recursos. Venezuela es la contracara de ese modelo. No afronta ninguna de las restricciones que por ejemplo atormentan a Cuba.
La combinación de plan y mercado requerida para una transición socialista en un país  exportador de combustible será muy distinta a la exigida en una economía carente de divisas. Hay ciertas medidas comunes a cualquier proyecto anticapitalista (bancos, recursos naturales y comercio exterior nacionalizados).
Pero dada la estatización del petróleo, el mayor desafío que afronta Venezuela es la gestión de ese recurso y no la ampliación ulterior de la propiedad pública. Es vital cambiar la matriz productiva con expansión industrial y reducir las importaciones de bienes de consumo. El éxito económico del chavismo se medirá en este plano.
 
Movimientos Sociales Del Alba
 
La victoria de Maduro es un trago amargo para la diplomacia estadounidense, que ansía librarse de la crítica chavista a todas sus tropelías. Esas denuncias empañan el reacomodamiento táctico que promueve Obama para atenuar la imagen belicista de la primera potencia. El triunfo bolivariano obliga a Estados Unidos a perfeccionar el maquillaje de sus invasiones, asesinatos selectivos y torturas en Guantánamo.
La presencia de un continuador de Chávez al frente de una economía petrolera representa, además, un grave problema para el imperio, que siempre computó al crudo venezolano como un insumo propio. Le resulta intolerable que su principal abastecedor latinoamericano maneje cuotas de producción en forma soberana y acuerde contratos de largo plazo con China.
Estados Unidos no ha podido tumbar el proceso bolivariano al cabo de catorce años. Este fracaso obedece también a la capacidad exhibida por América Latina para impedir la repetición del desangre perpetrado en Medio Oriente y África. La enorme trascendencia de este logro no ha sido debidamente valorada. Si la región padeciera masacres étnicas, guerras sectarias o matanzas separatistas, actualmente sólo discutiríamos la forma de emerger de esas tragedias.
El país necesita apoyarse en un bloque geopolítico latinoamericano para contrapesar la presión imperial. Es el respaldo que no tenía Cuba en los años 60. Incluso con varios gobiernos derechistas en su interior, UNASUR, CELAC y otros organismos pueden cumplir ese rol de escudo protector. Pero lo ocurrido con Lugo en Paraguay demuestra que ese resguardo no sustituye la decisión interna de confrontar con el golpismo.
Venezuela no es un integrante más de la alianza sudamericana y su gobierno presenta un perfil diferenciado de cualquier administración de centroizquierda. Esta singularidad reapareció durante la elección del primer sucesor de Chávez.
Maduro es un “presidente obrero” muy distinto a Lula, tanto por su militancia socialista, como por la distancia que ha mantenido de la socialdemocracia. No recurrió hasta ahora al discurso amigable con los poderosos. Al contrario, confrontó con el “burguesito Capriles que desconoce la vida del trabajador”. ¿Persistirá o se diluirá ese mensaje?
El planteo de Maduro también contrasta con la indiferencia hacia la meta socialista, que predomina entre la mayoría de los presidentes progresistas. Algunos mandatarios -como Cristina Kirchner- son incluso abiertamente hostiles a ese ideal. Suelen contraponer la bandera roja con el estandarte celeste y blanco, como si fueran símbolos en conflicto.
El chavismo ha transformado el panorama de la izquierda latinoamericana y  rehabilita la batalla por el socialismo continental. Pero no existe hasta ahora un organismo de confluencia para esa acción. La nueva articulación de los movimientos sociales del ALBA, que se está promoviendo para aglutinar organizaciones populares a escala regional, podría cumplir ese papel. Pero debería reunir agrupaciones construidas desde abajo con autonomía de los gobiernos.
Esa confluencia estaría exenta de las restricciones que rodean a la acción gubernamental. Su función no sería consolidar acuerdos geopolíticos, asociaciones estatales, alianzas o convenios económicos. Trabajaría en las prioridades de los movimientos sociales y podría alzar la voz en los temas conflictivos. Desde un ALBA de los pueblos hay espacio para la solidaridad con Haití sin envío de tropas, para cuestionar a las transnacionales de cualquier sub-potencia y para objetar las fantasías del “capitalismo regulado”.
Los  movimientos sociales ALBA tienen la oportunidad de cubrir el vacío dejado por el declive del Foro Social de Porto Alegre. Podría avanzar en la superación de esa experiencia adoptando el perfil de lucha que eludió ese precedente. El momento es promisorio y la rendija comienza a abrirse para la gran tarea de convertir el sueño de Bolívar en una emancipación socialista.
                                                                                                                      21-4-2013
 
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